Víctor Bolívar está de vuelta en Tiquicia. El portero acabó su aventura en el fútbol guatemalteco para defender el marco del Municipal Grecia y de paso entrar a la historia del fútbol costarricense.
Según datos oficiales de la Unafut, del estadígrafo Gerardo Coto Cover, Víctor es el guardameta con más equipos en la historia de la primera división con once.
Se fue para Guate en mayo del 2016, en ese entonces era jugador de Carmelita. Pero anteriormente jugó para el Municipal Liberia, AD Santacruceña, Brujas, AD Barrio México, Saprissa, Santos, Puntarenas FC, Herediano y la UCR. A los que ahora se le debe sumar el cuadro griego.
En suelo chapín jugó con el Antigua GFC, el Deportivo Petapa y el Deportivo Malacateco.
Bolívar había decidido cambiar de ambiente después de pasar torneos cargando con los insultos de la afición, con juegos deteniéndose por los gritos que le venían desde la gradería.
- ¿Por qué toma la decisión de volver al fútbol de Costa Rica?
Por muchas cosas, pero la más importante era volver a estar cerca de la familia y jugar nuevamente en el país, además de buscar estar en la selección de nuevo.
- ¿Fue complicado encontrar equipo? ¿Cómo fue ese proceso de búsqueda?
Antes de irme de regreso a Guatemala, después de las vacaciones, tenía dos opciones en Costa Rica, pero nada concreto. Estando ya en Guatemala se dio lo de Grecia, entonces se tuvo que correr porque todo fue muy rápido.
- ¿Qué lo convenció de jugar con Grecia y no con alguna de las otras dos opciones?
Es que con Grecia desde el torneo anterior Wálter Centeno y Pablo Leeb querían que fuera parte del equipo, pero todavía tenía contrato en Guatemala y no podía venirme hasta cumplir lo que restaba.
Después Cristian González me contactó y así fue más fácil que se diera todo.
- ¿Cuál Víctor Bolívar regresa comparado con el que se fue?
Un portero más maduro y sobre todo una persona integral con muchas ganas de que las nuevas generaciones puedan surgir de la mejor manera.
- ¿Cómo lo ha tratado la afición tica en su regreso?
Bien, la verdad los pocos partidos que he jugado he sentido a la afición portándose a la altura.
- ¿A qué aspira en esta nueva etapa en el fútbol tico?
Primero hacer un gran trabajo con el equipo y que eso me dé la posibilidad de estar en la selección
- ¿Qué era lo que más extrañaba de la vida en Costa Rica?
La comida. me costó mucho acostumbrarme a la comida de Guatemala. Teníamos que cocinar lo más parecido a Costa Rica todos los días.
- ¿Alguna comida en particular?
El arroz cantonés que hace mi mamá (Socorro Ordóñez), quien vive en Cañas, Guanacaste, y la comida de la suegra (Alicia Barquero, mamá de su esposa Alejandra Rodríguez) que nos chinea con las comidas que a veces se nos antojan.
- ¿Y del fútbol nacional extrañaba algo? ¿Algo que no se tenga en el fútbol chapín?
Sí claro, las instalaciones y lo que me gusta de Costa Rica son los viajes, ya que son distancias mucho más cortas que las de allá. Había un viaje que se duraba alrededor de 12 horas o más para poder ir a un partido, era algo sumamente cansado.
- ¿Instalaciones en qué sentido?
Las canchas y los camerinos de allá a veces no reúnen las condiciones para sentirse cómodo. La excepción eran tres canchas que tienen gramas muy buenas.
- ¿Hay algún rival que esté deseando enfrentar?
Sí claro, a Saprissa, porque siempre es bonito jugar contra ellos y más en su estadio.
- ¿Qué genera jugar ese partido?
Muchas cosas, sobre todo el saber que es un partido especial por todo lo que representa el Saprissa en su estadio.
- ¿Qué aprendió en el fútbol guatemalteco?
El ser sereno para tomar decisiones, allá el fútbol es más de contacto. El juego aéreo lo pulí bastante y el uno contra uno lo mejoré en un gran porcentaje.
- ¿Hay algo que extrañará de Guate?
Sí, Antigua es un lugar sumamente bonito, la verdad es un cuidad que alberga muchas cosas interesantes y un lugar especial para visitar.