EscucharEl viacrucis por el que anduvo la Liga todo el torneo terminó la noche de este sábado con un empate 2-2 ante el Team.
Aunque parezca mentira, lo mejor que le pasó a la sufrida afición rojinegra fue que su equipo quedara eliminado anoche de una vez, porque el sufrimiento ya no se prolongará una semana más.
Quizás fue falta de pulso, pero a Alajuelense se le olvidó que el día de resurrección era domingo y no sábado. El León no se levantó ni con el milagrito de Semana Santa.
Yéndonos a los que sí tienen vida, el Team depende de sí mismo para clasificar, pues con una victoria ante Pérez Zeledón en la última jornada se mete a las semifinales.
Si empata o pierde, dependerá de los resultados de las mejengas entre Cartaginés-Santos y Grecia-Saprissa para saber si la cuerda le da.
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El juego arrancó como debía ser, con todo, debido a la obligación que tenían los dos cuadros de sumar de a tres por la necesidad de clasificar, luego de un campeonato bastante incómodo tanto para los rojinegros como para el Team.
En los primeros minutos quedó claro que Herediano apostaría por la velocidad en cada costado, con Luis Díaz, Jimmy Marín y José Leitón.
Mientras que en el bando rojinegro trataron de controlar la redonda con Anthony y Alex López, para luego buscar filtrar servicios venenosos para Róger Rojas y Ariel Lassiter, secundados por Allen Guevara y Daniel Villegas.
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Cada divisa tenía muy claro que la media cancha era clave y por ello cuando hombres como el hondureño López y Randall Azofeifa buscaban armar para su oncena, de inmediato eran perseguidos por dos o más hombres que les cerraban todos los espacios por donde pudieran hacer daño.
Debido a esto, Jafet rápido le ordenó a sus pupilos tocar rápido para sacarse la marca y eso generó que hombres como Luis Garrido tuvieran que cometer mucha falta.
Y en juego parejo, sin duda la táctica fija es una ayuda esencial y eso quedó marcado en el minuto 20.
Randall Azofeifa ejecutó un tiro libre desde el costado derecho, su remate era un centro a media altura, sin embargo se topó con la suerte de que pegó en la espalda de Villegas, quien conformaba la barrera.
Otra vez una barrera mal armada le jugaba en su contra a los manudos, ya que el desvío agarró para adentro y dejó congelado a un Patrick Pemberton que nunca reaccionó. Aunque si lo hubiera hecho es muy probable que tampoco hubiese llegado.
Pese a que la Liga era mejor, ya iba perdiendo 1-0.
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Pese al baldazo de agua fría, los erizos no se arrugaron y se fueron a buscar la igualdad y vaya que tuvieron chances para encontrarla, gracias a la lectura que le dio Hernán Torres al partido a partir de ese momento.
El cafetero le dio la orden a sus muchachos de juntarse y tocar en corto, aspecto que funcionó porque Herediano tuvo que replegarse para romper ese toque-toque manudo.
Ese accionar rojinegro tuvo su fruto al minuto 40 tras un excelente balón filtrado para Róger Rojas, quien fue bajado por Keysher Fuller en el área en un penal tan claro que a Henry Bejarano no le tembló el pulso para señalar.
El mismo catracho ejecutó con un buen toque, y de pierna derecha, para engañar al portero Daniel Cambronero e igualar así la pizarra con el 1-1.
Y hubo más porque la Liga siguió presionando al Team, que no encontraba cómo parar el mejor empuje de los liguistas que después de recibir el gol florense se adueñaron de las acciones.
Tratando de meter a su rival en el campo propio, Jafet Soto se la jugó desde el inicio del segundo tiempo metiendo al mexicano Aldo Magaña.
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Pero la Liga le tomó poca importancia a ese movimiento y en tan solo un minuto Anthony López, con un fogonazo tremendo, probó los reflejos de Daniel Cambronero. Tapadón del florense.
El juego en pocos minutos empezó a agarrar más sabor que uno chisme de barrio porque las acciones de peligro comenzaron a darse en cada marco. Eso sí, con más fuerza a favor de Alajuelense.
En Herediano se percataron de la mala noche que estaba teniendo Keysher Fuller, y para evitar problemas antes de una tempranera expulsión, Jafet lo mandó al camerino y puso en su lugar al azteca Omar Arellano.
Como ha sido la constante en este torneo, la Liga se dio el gusto de desperdiciar jugadas claras de gol y en el fútbol hay una máxima que anoche se volvió a cumplir: el que no las hace, las ve hacer.
En una contra, el Team se volvió a poner arriba. Era casi que la segunda vez en todo el partido que llegaba al marco de Pemberton y, ¿adivinen? gol de Herediano.
Luis Díaz se montó una escapada que encontró apoyo en Jimmy Marín, quien a su vez le dijo a Yeltsin Tejeda, tome y péguela.
El mundialista no lo pensó dos veces y soltó un leñazo de pierna derecha imposible para Pemberton. 2-1 en el minuto 59.
Con la pizarra a favor, Jafet Soto no estaba dispuesto a regalar nada y de una envió a Esteban Granados para empezar a poner candados en todas las puertas por donde el León pudiera hacerle daño, pero sacrificando un poco su ofensiva.
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En el tema de las variantes los florenses sacaron ventaja, pero era de esperarse porque entre uno y otro no había comparación de banquillos. Uno tiene una de las barajas más amplias del torneo; el otro si acaso medio naipe porque la otra mitad está lesionada.
Cuando Soto sacó a Leitón y cambió de sector a Jimmy Marín, los rojiamarillos sacaron mejor provecho por su sector izquierdo ofensivo, causándole un dolor de cabeza al jugador Allen Guevara, que fungió como marcador derecho, precisamente, por esas carencias de las que hablamos.
Ya con el marcador en contra por segunda vez, Hernán Torres tuvo que recurrir a su juvenil banca y con las llegadas de Elián Morales por la izquierda y Giancarlo Castro por la derecha, trató de meter al Herediano en su parcela.
Esto en cierta medida se dio, pero los campeones con un buen bloque defensivo lograron aguantar.
El cierre de la mejenga estuvo marcado por el deseo manudo de empatar y lo hizo gracias al horror de Daniel Cambronero y la viveza del Ro-Ro.
El portero florense se fue pollo en un balón que pensó que iba a salir, mientras que Rojas, guiado por su olfato goleador no dejó escapar la pelota, le metió el pie antes de que se escapara y la bola cruzó la línea de gol con lo justo para poner el 2-2 definitivo.
Eso sí, si la Liga no ganó fue porque no quiso, porque al minuto 93, en una ofensiva donde se fueron tres atacantes rojinegros contra dos zagueros florenses, no supieron hacer el último pase y para peores, el rebote le quedó a Allen Guevara solo frente al marco de Cambro y el Cuzuco la tiró por encima del horizontal.
Alajuelense la tuvo, pero para suerte de su adolorida afición, por suerte ese balón no entró. Tranquilos manudos, el viacrucis ya terminó.
