Hace apenas dos meses, el 20 de mayo, Yendrick Ruiz jugaba un partido con el club Oriente Petrolero de Bolivia cuando sucedió algo impensado dentro de terreno de juego.
Se jugaba el minuto 48 ante el club Always Ready, cuando el árbitro del partido, Víctor Hugo Hurtado, se desplomó debido a un doble paro cardiorrespiratorio que le arrebató la vida cuando lo trasladaban al hospital, a pesar de que se le brindó asistencia médica desde el instante que cayó al césped.
La experiencia fue tan trágica que a Ruiz ese momento lo marcó y le demostró que a la altura en la que se juega en aquel país es un tema delicadísimo.
Aquella mejenga se jugó en la casa del Always Ready que tiene como sede el estadio Municipal de Villa Ingenio, en El Alto, cerca de La Paz, a una altura récord de 4.150 metros, lo que lo convierte en el estadio ubicado a mayor altura sobre el nivel del mar del mundo. Incluso la FIFA no aconseja jugar ahí por el riesgo que supone.
“Muchos médicos desaconsejan la practica de deporte de alto nivel sin haber tomado un tiempo para la aclimatación a las condiciones. La FIFA, de hecho, lo prohíbe. Ahora ha sido un árbitro el que ha perdido la vida sobre un campo en esas circunstancias extremas”, destacó una nota de diario As con motivo de la tragedia.
Luego de volver al país para jugar con el Herediano, Yendrick definió aquel momento como impactante, especialmente cuando vio al silbatero tendido en el suelo.
"Fue algo muy duro, no solo para mí, sino para mis compañeros. El árbitro pitó de muy buena manera durante todo el primer tiempo, sacaba el partido correctamente y estaba corriendo bien. Apenas tenía 32 años. En el momento que él se desmayó todos nos preocupamos.
“El partido continuó y al finalizar preguntamos cómo estaba y nos dijeron que había fallecido, fue una muy mala experiencia que pasé allá, porque el tema de la altura es bastante difícil”, explicó el atacante rojiamarillo.
Combatir la altura
Por situaciones como esas y la falta de aire en lugares tan altos que tiene Bolivia, es que Ruiz debía tomar ciertas precauciones para que el asunto no lo afectara mucho, porque es una situación a la que no estaba acostumbrado.
“Lo que se trataba de hacer para evitar problemas con la altura era viajar el mismo día, ya que al parecer no afectaba tanto, pero yo no sé cuánto porque la verdad que era bastante difícil de lidiar, pero son experiencias de vida”, indicó.
Remedios caseros como consumir té de coca, les ayuda a los lugareños a combatir esos efectos, aunque esos productos no pueden ser consumidos por futbolistas profesionales porque están en la lista negra del dopaje, así que saldría peor el remedio que la enfermedad.
Ruiz explicó cuáles son los efectos que sufre el cuerpo al jugar a esos lugares tan altos y de los cuales muchos jugadores que han tenido que jugar ahí señalan como inhumanos.
Por esos detalles es que nunca viajaba con su esposa y sus dos hijos pequeños, para no exponerlos a esas condiciones tan particulares.
“La Paz está a 3.600 metros de altura y había dos o tres estadios en los que se jugaba a 4.100 metros, así que se pueden imaginar lo inhumano que eso, uno no se siente bien y desde que uno llega al estadio ya va con dolor de cabeza, le cuesta respirar, siente las piernas dormidas y cuando empiezas a agitarte es mucho peor.
“Yo gracias a Dios siempre pude jugar, pero había compañeros bolivianos que se vomitaban, que no podían jugar y se hablaba con el entrenador, todos tenían diferente sensaciones”, indicó.
Afortunadamente para Yendrick, su equipo es de los pocos en la liga boliviana cuya sede no está en la altura, porque de los doce equipos que integran el campeonato, ocho juegan a grandes alturas.
“Adonde estábamos nosotros era a 400 metros (sobre el nivel del mar), entonces no teníamos ese problema, pero los partidos de visita por lo general siempre se jugaba en la altura".
Al final, Ruiz confirma que todo se dio para salir del equipo, debido a las condiciones del club y por el tema de la altura que reconoce que es muy complicado, por lo que decidió regresar al Herediano, club que define como su casa”, indicó,
Después de esa experiencia, el atacante regresa con los aires renovados para marcar goles, virtud que lo convirtió en ídolo del Team.
Sello de gol |
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Yendrick Ruiz se convirtió en un referente florense en esta década, club con el que suma 84 pepinos en la máxima categoría y con el que el 2 de diciembre del año pasado consiguió llegar a los 100 goles en la primera división, ya que también celebró sus conquistas con Alajuelense y Puntarenas FC. |