Anda el barcelonismo tapándose lo oídos para no escuchar lo que Andrés Iniesta acabará contando la próxima semana, que deja el club tras 19 años vistiendo la camiseta azulgrana, dieciséis de ellos en el primer equipo.
Unos vinitos y mucha plata se llevarían al ídolo culé para Asia.
El Tianjin Quanjian será su próxima parada. 35 millones por temporada tienen la culpa, prácticamente el doble de lo que gana en el Barcelona y sin ningún tipo de presión mediática ni deportiva.
El equipo asiático además le ofrece tres temporadas de contrato y proyección empresarial en su negocio vitícola (producción de uvas) introduciendo la marca de Bodegas Iniesta en China, distribuyendo y comercializando sus vinos, lo que le reportará un montante global de 180 millones de euros en los próximos tres años.
La oferta económica y su decisión de no tener que enfrentarse nunca en un partido al Barça también propiciaron que rechazara el interés del Manchester City, después de que Pep Guardiola se mostrara proclive a incorporarlo en su equipo.
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Iniesta tiene hasta el 30 de este mes para comunicar al club una decisión que todos saben.
Aprovechará tras la final de Copa y antes del partido ante el Madrid. Quiere evitarle al equipo el culebrón, la eliminación en Champions permite, con la Liga encarrilada, cerrar el tema y poderse centrar en lo que más le interesa en estos momentos: ganar su novena Liga y su sexta Copa del Rey.
Precisamente, si los resultados necesarios se producen, podría coronarse campeón liguero ante el Real Madrid dentro de veinte días, en el primer partido de los tres que le quedan en el Camp Nou, antes de recibir a Villarreal y Real Sociedad.
Aquel niño que inauguró La Masía y al que Joan Gaspart convenció para que trasladara a su familia a la Ciudad Condal, ha iniciado su cuenta atrás, sus últimos siete partidos con la camiseta azulgrana y tras los que será premiado con una prima de fin de carrera que se tiene bien merecida.
"Iniesta te queremos, Iniesta quédate", es el cántico que se ha convertido en la infaltable coreada por el Camp Nou cada semana, pero que no le hará cambiar de opinión.
"Ya sé qué voy a hacer con mi futuro. Estoy agradecido por el cariño de la gente, pero eso no cambiará mi opinión", aseguró Don Andrés tras la victoria ante el Valencia del pasado sábado.