El Bury FC se ha convertido en un club fantasma de la League One inglesa (tercera división), ya que se encuentra al borde de la desaparición.
Los problemas económicos han provocado que, tras cuatro jornadas disputadas, los “shakers” no hayan podido pisar aún el campo y estén a días de ver desvanecido su legado, tras 134 años de historia.
Todo comenzó el 11 de diciembre del año pasado, cuando un “exitoso hombre de negocios” llamado Steve Dale compró el club por una cantidad cercana al millón de libras (más de ¢706 millones) a Stewart Day, quien había dirigido al Bury desde 2013.
Dale llegó para sanear las cuentas del equipo y dar el empujón que sacó al club de la League Two (Cuarta división).
Uno de los objetivos lo consiguió, puesto que los shakers consiguieron llegar a la tercera división en el mes de mayo, el otro está lejos de cumplirse.
LEA MÁS: Técnico ingles propone dejar las redes sociales por seis meses para luchar por el racismo
Confirmado el ascenso, comenzaron a salir a la luz los problemas económicos del Bury. Los jugadores reclamaron que llevan sin cobrar desde febrero y los empleados del club aseguraron que estaban en la misma situación desde enero, denunciando, además, el mal trato recibido por parte de la directiva.
“No existe comunicación con ellos y el silencio por parte de determinadas personas es ensordecedor”, comentaron los trabajadores.
“Tenemos que empezar a buscar otro equipo, que es algo que ninguno quiere”, explicaron los jugadores.
Ante esto, Dale alegó tener “una leucemia incurable” y “osteoartritis”, lo que no le permitía salir de la cama, desde donde trabajaba “sin parar” para salvar al club.
Desesperados
Esta situación límite llevó a la expresidenta del club Joy Hart, a encadenarse en las puertas de la institución.
Mientras ella hablaba con los medios, a su lado unos fans colocaron un ataúd con el nombre del Bury, la fecha de fundación (1885) y un signo de interrogación, en referencia a la posible desaparición de la institución.
La desesperante situación ha provocado también la angustia de Kenny, un vecino de la ciudad, de 78 años, quien no tiene Internet en su casa y se moviliza todas las mañanas hasta la puerta del club para obtener novedades.
“No usa Internet ni las redes sociales, el club es su vida, solo quiere ver a su Bury, nada más. Es desgarrador decirle que todavía no hay noticias”, explicó uno de los empleados del club en declaraciones publicadas por el sitio británico The Sun.
LEA MÁS: Experto español revela los trucos de los apostadores para amañar partidos
Su historia se hizo viral en las redes luego de que otro fanático lo grabara en su recorrido matutino.
"Es una pena. He estado alentando al club desde hace 70 años y ahora tengo miedo de que se desangre, aunque espero que nunca lo haga … 70 años, desde que tenía ocho años ", cuenta Kenny en el video.
Dueño buscó alternativas
Dale llevó al equipo a acogerse a un “Acuerdo Voluntario de la Compañía” (CVA, por sus siglas en inglés), lo que permite liquidar las deudas pagando solo una parte de ellas. Un paso adelante en lo económico, varios atrás en lo deportivo.
Esta decisión provocó que la Liga de Fútbol Inglesa (EFL) sancionara al Bury con doce puntos menos al inicio de esta campaña. Prácticamente una tumba para un recién ascendido.
Además, pese a la contratación de un nuevo entrenador, Paul Wilkinson, puesto que el técnico del ascenso, Ryan Lowe, se fue al Plymouth, el Bury solo tiene ocho jugadores en su plantilla y tiene prohibido firmar futbolistas por el proceso en el que está envuelto.
Precisamente el club tenía hasta este 23 de agosto para solucionar la situación, de lo contrario la EFL probablemente disolverá el club. Para muchos la única solución era vender, acabar con el mandato de Dale en Bury y entregar el equipo a otra persona que fuera capaz de solucionar lo que el “exitoso empresario” no pudo.
El 12 de agosto, los empleados del club confirmaron que sobre la mesa había una “muy buena oferta” que los mismos calificaron como la única forma de salvar al club, por eso imploraron a Dale que la aceptara. Pero el mandatario la rechazó.
Los aficionados recogieron más de 7.000 firmas pidiendo a Dale que vendiera.
“Si vendes el club a otra persona que nos saque adelante, serás recordado como quien negoció un CVA para pagar nuestra deudas. Si el Bury desaparece, serás conocido como el hombre que destruyó un orgulloso equipo de fútbol y a toda la comunidad detrás de él”, reflexionaron.
Se desconoce si finalmente el dueño del club vendió, pero tanto el club como la EFL estaban en negociaciones para evitar sacar al equipo de la competición.