Una persona murió y decenas resultaron heridas el jueves en una estampida frente a un estadio de fútbol en Irak, escenario de la final de la Copa del Golfo.
Después de varias horas de confusión, la calma volvió a los alrededores del estadio a primera hora de la tarde, según el ministerio del Interior, y el partido Irak vs Omán pudo disputarse, con victoria 3-2 para los locales.
En todo Irak se escucharon los pitos de los carros y se tiraron fuegos artificiales para celebrar el triunfo. En la emblemática plaza Tahrir de Bagdad se desplegaron cientos de banderas del país.
Horas antes, por la mañana, miles de aficionados sin entradas se agolparon desde la madrugada frente a las puertas del estadio de Basora (sur) con la esperanza de asistir al partido.
“Hay un muerto y decenas de heridos leves”, señaló una fuente médica que pidió el anonimato.
Un funcionario del Ministerio del Interior confirmó el balance, explicando que la multitud se debía a “un gran número de aficionados, en particular personas sin billetes de entrada, que se reunieron desde la mañana e intentaron entrar” en el estadio.
Según un fotógrafo de la AFP en el interior del complejo deportivo, las verjas estaban cerradas cuando la estampida tuvo lugar. Dijo haber oído sirenas de numerosas ambulancias llegadas para socorrer a los heridos.
En fotos publicadas en las redes sociales, se puede observar como una marea humana trata de alcanzar el estadio.
Durante la tarde, la calma regresó de manera progresiva a los alrededores del estadio, con capacidad de hasta 65.000 espectadores, gracias a la dispersión de los aficionados.
Los aficionados entraron en el edificio y las verjas se cerraron, sin posibilidad de que entrara nadie más según Interior. En las gradas, los fans agitaban ya la bandera iraquí roja, blanca y negra.