Dentro de un garaje, don Marco Rodríguez encontró a uno de sus vehículos más deseados.
Hace 5 años, este fiebre por los autos deportivos andaba haciendo un mandado con su hijo, también llamado Marco, en Tres Ríos de La Unión y vieron un Chevrolet Corvette C3 del año 1980 que estaba tapado por la mitad y quedaron flechados, inmediatamente, por ese modelo americano.
Su hijo, quien comparte la pasión por los carros, comenzó a investigar sobre este automóvil, para poder comprarlo.
LEA MÁS: Una sarchiseña la rompe con el Jeep de sus sueños
“A este vehículo le llamamos sobreviviente, porque tiene muchas de sus piezas en estado original. Tenía años de no usarse, por lo que tenía sus placas vencidas, revisión técnica vencida, pero se conservaba muy bien.
“Su pintura estaba al 80 por ciento, el motor era el original, la tapicería se conserva en buen estado, la caja original, el sistema de frenos original, en realidad se mantenía muy bien pese a que no se usaba”, expresó.
Marco y su muchacho quedaron tan encantados con el carro que lo adquirieron en una semana.
Una pasión
Don Marco recuerda que su infancia estuvo marcada por los carros, porque en su familia varios parientes tenían vehículos y a él le encantaban.
Ya más grande, a través de revistas, se empapaba de los modelos más icónicos de las distintas marcas de carros y así se fue enamorando de los deportivos y por eso adquirir este Corvette lo ilusiona mucho, pues es un modelo que se ve poco en el país y que le llama la atención.
“Siempre nos ha gustado, lo habíamos visto en revistas, añorábamos tenerlo y gracias a Dios lo pudimos adquirir. Se le ha dado mantenimiento básico de un carro que tenía años sin movilizarse.
LEA MÁS: (Video) Chuzo les llegó a la casa un Día de la Madre
“Se cambió el sistema de frenos, la bomba de agua, las mangueras de agua, se hizo mantenimiento del motor y en eso se tardó unos ocho meses, porque muchos repuestos se deben traer de afuera, pero básicamente se le hizo un mantenimiento de estos elementos, porque su carrocería se mantiene en buen estado”, agregó.
Este Chevrolet es toda una joya. Su color vino es de fábrica. Se le han hecho algunos retoques, su tapicería es beige, tiene un motor V8 de 5.700 centímetros cúbicos y es de dos puertas.
“Lo usamos los fines de semana, para salir, también nos reunimos con otros apasionados de los carros antiguos.
“Lo llevamos a viajes largos, a veces nos damos una vuelta por el Puerto, vamos en el carrito con mi esposa Teresita y mi hija Angie también lo aprovecha, pero ella no es fiebre para los carros. Es un vehículo muy confiable, aunque tengo que reconocer que es un vehículo gastón”, resaltó.
Don Marco añadió que cada vez que se da una vuelta con el Corvette, los piropos hacia el vehículo no pueden faltar.
“Me han salido oferentes, pero no tengo la intención de venderlo, es una pasión y el día que no esté, sé que mi hijo lo va a disfrutar”, expresó.