Este jueves en la Cueva, Saprissa arrancará la serie por la final de la Liga Concacaf ante el Motagua hondureño, club que ya sabe lo que es celebrar un título internacional ante los morados y que buscará repetir la historia.
Aquella final en la que vencieron al Monstruo fue similar a la de ahora, era para definir al campeón de la copa Uncaf de clubes en el año 2007, la serie arrancó en La Cueva y cerró en el estadio Tiburcio Carías en Tegucigalpa.
Los catrachos sacaron un empate a uno en Tibás, el Monstruo arrancó ganando con un gol de Alejandro Alpízar al minuto siete, lo que ilusionó a la afición morada, pero Samir García igualó al 49.
Con la paridad, el Sapri, dirigido en ese entonces por Jeaustin Campos, viajó a Honduras necesitado de la victoria para alzar la copa, pero un pepino del brasileño Jocimar Nascimento a los 60 sentenció la final para el Ciclón azul.
Aquel triunfo, además de ser el único título internacional de los catrachos a nivel internacional, fue la última final que se realizó del torneo que se disolvió ese año, lo que dejó a Motagua doblemente en la historia.
La prensa costarricense criticó la estrategia del Monstruo porque se encerró atrás y esperó un contraataque que nunca llegó.
De ese equipo solo sobrevive en el plantel morado Michael Barrantes, quien tendrá su revancha 12 años después. También había figurones de la talla de Alonso Solís, Alejandro Alpízar, Armando Alonso y de variante entraron Jairo Arrieta y Rónald Gómez.
En el cuadro catracho destacaba la presencia de Amado Guevara.
Bonito recuerdo
Aquella victoria todavía se recuerda con cariño en territorio hondureño, según destacan diversos diarios.
“La cita más esperada, la noche más soñada, la gran final de la última copa centroamericana se llevó a cabo el miércoles 5 de diciembre del 2007. Con más de 32.000 espectadores; el coloso de la capital hondureña, pocas- veces se había vestido completamente de ‘azul’. La mesa estaba servida, para que el Motagua se bebiera la gloria”, destacó el Diario Diez.
"Nadie contaba con que las águilas salieran vivas de territorio tico, resultado que dejó con vida al equipo del Primi (Ramón “Primitivo” Maradiaga) la oportunidad de ser campeón más viva que nunca.
“Aquel 5 de diciembre será el día que los aficionados del Ciclón jamás olvidarán, aquella noche el país se vistió de azul, Motagua logró lo que es hasta ahora, su título más importante a nivel internacional”, explicó el diario El Heraldo.
Lo más cerca que estuvo Motagua de abrazar de nuevo la gloria fue el año pasado cuando llegó otra vez a la final de la Liga Concacaf, pero cayó en el duelo por el título ante el Herediano, pero el fútbol le dio una nueva oportunidad.