A los sancarleños que asistieron este sábado en buena cantidad al estadio Carlos Ugalde Álvarez les volvió el lama al cuerpo a minuto 85, cuando el mexicano Julio Cruz anotó el único gol de la mejenga y que les dio tres puntos de oro.
Ahora los norteños tienen 15 puntos y ya no ven tan lejos a los primeros puestos de la tabla en poder del Saprissa, Herediano y la Liga, así como Jicaral que también suma 15 unidades, pero los sancarleños tienen mejor diferencia de goles por lo que se acomodan en la cuarta casilla.
Los norteños ahora pueden concentrarse en pensar en la clasificación, mientras que el técnico Luis Marín se baja un poco de presión y puede respirar más tranquilo, pero sin descuidarse, porque con un rendimiento por debajo del 50% ningún técnico puede desacomodar las maletas.
¿Merecía ganar San Carlos? Sí. Fue el equipo que propuso, el que empujó y el que buscó siempre la bola. No asfixió a Grecia, pero sí mantuvo complicada y ocupada a la zona defensiva visitante que estuvo a cinco minutos de lograr su objetivo.
La derrota de Grecia en el Carlos Ugalde los mantiene con la sombra de la segunda división en sus espaldas, porque se estancan en 31 puntos y la U. Universitarios, el inquilino de la última casilla, tiene 27 unidades en la clasificación general, o sea, que los tiene en la mira.
Mucho miedo
El primer tiempo mostró dos equipos con exceso de nervios al ir al ataque, para no descuidar demasiado la parte baja. Eso significó que el balón se cuidó más de lo necesario en el medio campo a pesar de que Roberto Córdoba en San Carlos y Aldo Magaña en Grecia, buscaron siempre la pecosa, la jugada valiente, marcar diferencia al ir a la ofensiva, sin embargo, sus ilusiones pegaron con algunos excesos de individualismo o ausencia de compañeros para alargar la jugada.
Grecia, por su estilo de juego desperdició el talento de Álvaro Sánchez, que terminó corriendo, pero sus compañeros no le daban pelota, ya que prefirieron el pelotazo que jugar al pie.
A los Toros del Norte les faltó, en ese primer capítulo, esa conexión eléctrica entre lo que hacía Córdoba y Christian Martínez, con la ofensiva pura. Faltó una bestia de área, ese malcriado del libreto que se mueve como le da la gana pero que siempre está donde la jugada final lo ocupa para anotar.
Patrick Pemberton, portero norteño y Kevin Rojas, arquero griego, fueron los grandes protagonistas, el rojiazul en un par de ocasiones salvó y el blanquiazul tuvo tres actuaciones casi milagrosas.
Pepino y cierre
Poco que agregarle al partido en el segundo tiempo. Pero se debve destacar que los dueños de casa jamás renunciaron a buscar el marco rival, pero sin mucha contundencia. Eso los llevó a fabricarse al menos tres buenas jugadas que no terminaron en las redes por culpa del portero griego.
El gol, a los 86 minutos, fue un claro ejemplo de lo que fue el partido, ya que la pecosa terminó entrando de rebote, ya que Julio Cruz remató, Ruiz rechazó y la pecosa le pegó en el muslo al mexicano, que sin querer envió la bola al fondo de la red. Gol, partido y tres puntos para los locales, en un juego sin mucho brillo.