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César Alpizar, entrenador del Puntarenas FC, dirigirá este domingo su primer partido como técnico oficial del Puerto, en la primera división, ante nada más y menos que el campeón nacional, Herediano.
El juego sin duda es muy especial para el joven entrenador chuchequero por diversos motivos; en torneos pasados estuvo en el banquillo de manera interina o por alguna sanción del estratega de turno, pero ahora finalmente, le llegó la oportunidad de ser la cabeza del grupo tras varios años en el club.
Uno de los técnicos de los cuales fue asistente es Alexander Vargas, quien dirigió al Puerto de julio del 2022 a febrero del 2023, tiempo en el que ambos hicieron una buena amistad que se mantiene hasta el día de hoy. El fútbol hizo que el estreno de César sea frente a una persona que aprecia.
Para ambos será un encuentro especial, pues en el caso de Alex será su debut como timonel florense. Por ello, ambos bromearon desde que salió el calendario, confesaron a La Teja.
“De los entrenadores con los que he estado con quien desarrollé una amistad más profunda es con Alexander; es un dato curioso que sea este partido, estuve vacilando con él del tema. Es bonito que tu primer juego como entrenador oficial sea con él, la verdad es que es muy lindo, eso lo enmarca de una forma más agradable”, nos dijo.
En el Media Day de Unafut, el miércoles anterior, se les vio hablando largo y tendido, bromeando y hasta tiraron una idea para calentar el partido que muchos entrenadores no se atreverían.
“Bromeamos un poco, me dijo que le diera la alineación y él me la da, qué cómo íbamos a jugar, pero no, no hicimos apuestas ni nada. Todo bien, cada uno es profesional y peleará por lo suyo”, apuntó Vargas.
Alpizar es humilde al reconocer que con el florense aprendió bastante, al igual que con otros entrenadores que ha trabajado y eso lo quiere unir ahora en una idea propia.
“Estoy con mucha ilusión, es una oportunidad que esperé por mucho tiempo, no es que aparecí de la nada, tengo diez años de estarme preparando para esto, de estar en ahí, ha sido una inversión de tiempo y dinero para poder desarrollarme, es un equipo con el que comparto el sentimiento de la afición”, comentó.
César está en el Puerto hace rato, ascendió a primera división en el 2022, es porteño de corazón, vecino de Esparza, y quiere que sus jugadores sientan la pasión y el orgullo de pertenecer a este club, que no lo vean solo como un trabajo, sino que tengan esa identidad.
Alexander Vargas se siente feliz de enfrentar a un amigo
En el lado de Alexander, también siente mucha emoción por su debut y el que sea frente a César, a quien más que un pupilo, lo ve como un amigo.
“Cuando llegué a Puntarenas, Césitar estaba en el cuerpo técnico, lo conozco muy bien, es una gran persona, sé lo que se ha preparado, lo que ha trabajado y le han costado las cosas. Desde el primer día que nos conocimos tuvimos un click, somos muy afines, siempre hablamos. Él me apoyó mucho, me abrió las puertas de su casa y me respaldó en mi trabajo desde que llegué.
“Ahora, este domingo, cuando lo tenga al frente será especial, no le deseo lo mejor (dijo entre risas), pero si quiero que su carrera crezca. Es un reto difícil para él como para uno también, así es la vida del entrenador, espero que logre cosas importantes en su carrera”, nos dijo el florense.
En el estadio Lito Pérez, a las 3 p.m., Vargas deberá empezar el camino al bicampeonato rojiamarillo, y para lograrlo primero deberá sacarle los puntos a su amigo.
“Es mi debut en el campeón nacional y enfrentar a César es un reto bonito, es un equipo en el que estuve, un estadio en el que pasé buenos momentos, se vivieron muchas cosas y alegrías. Dios nos puso ese primer partido ahí, pues que gane el mejor, el que haga las cosas de la mejor manera”, indicó.
Vargas finalizó contando que a él le llena mucho ver que las personas se superen y tomen sus propios caminos, pues en su momento al él le pasó, fue asistente de muchos entrenadores que lo ayudaron.
“Yo fui asistente de (José) Giacone, de Daniel Casas, de Luis Fernando Fallas, de Palomeque, muchos me ayudaron a crecer, yo siempre ha sido una persona agradecida y cuando llegué al club y le dije que fuera mi asistente, porque él estaba en la preparación física, traté de ayudarle, darle mucha apertura, involucrarlo en decisiones, para mí es un orgullo enfrentar a un pupilo, que sé tiene mucha capacidad”, apuntó.
En la cancha la amistad deberá quedar de lado, pues cada uno sabe que allí es cada quien por su cuenta, apenas pite el árbitro el final, podrán volver los abrazos y apretones de mano.
