¡Saprissa ganó la 40! Suena fácil decirlo, ¿verdad? Pero llegar a esa histórica cifra está muy lejos de ser algo sencillo. Prueba de eso es que, para encontrar al segundo en la lista de más ganadores en Costa Rica, hay que irse 10 títulos más abajo.

Es una cifra tan pesada que no solo se convierte en un motivo suficiente para que los morados saquen pecho y rajen todo lo que quieran, sino que hacer un recuento uno a uno se vuelve una labor monstruosa. Por eso, para honrar semejante logro de los tibaseños, vamos a hacer un repaso de cómo conquistaron los títulos 1, 10, 20 y 30.

Para esto vamos a valernos de un libro que debería estar en la biblioteca de todo fiebre del fútbol: “Historias de lucha, pasión y goles” de José Antonio Pastor y Javier Rojas, además del Libro Morado, también de Pastor.

El primero llegó con invicto

Para el inicio de esta gloriosa historia de los morados, tenemos que devolvernos hasta el campeonato de 1952, uno que, según la decisión de la Federación Nacional de Fútbol, se jugaría a una sola vuelta para darle espacio a la Selección (cosas que no cambian con el tiempo), ya que iba a participar en el IV Campeonato Centroamericano de Fútbol. La cosa era sencilla, el que hiciera más puntos era campeón, listo. Saprissa no partía como el favorito, pero lo hizo y de qué forma: ¡invicto!

“Ningún aficionado se imaginaba que al final del torneo el cuadro morado, en su tercera temporada en la máxima categoría, lograría llevarse el título, merced a un impresionante registro de siete victorias y de dos empates, conquistando el cetro con una distancia de dos puntos respecto al cuadro de Alajuelense, que al final debió conformarse con el subcampeonato”, relata el libro de Pastor y Rojas.

Este campeonato se definió hasta la última fecha, a la que morados y manudos llegaron con 14 puntos, solo que los saprissistas con un partido menos. Fue el 10 de mayo de 1953 que el equipo dirigido por Otto Pedro Bumbel venció 4-0 a la Unión Deportiva de Moravia, con goles de Rubén Jiménez, José Luis “Saningo” Soto, Mario “Catato” Cordero y Guillermo “Bicho” Hernández, para poner la primera de las 40 estrellas.

Don Alex Sánchez fue uno de los jugadores que grabó su nombre en la historia como parte de la planilla de ese primer título.

“Me entusiasma mucho recordar esos días, me emociona mucho y quisiera recordar los detalles, pero es difícil. Siento un gran orgullo, celebro estos títulos dentro de mis recuerdos”, comentó don Alex, de 93 años, quien empezó en Saprissa siendo un niño y avanzó por tercera y segunda hasta llegar a primera división.

“Yo comencé en La Sabana, entrenando con Pachico García. Era un grupo muy hermanable, nos entendíamos muy bien. Teníamos mucha ilusión de ir creciendo. Nos emociona mucho ver todo lo que ha logrado el club que nosotros comenzamos”, añadió don Alex, quien resaltó el gran cariño que le tenían a don Ricardo Saprissa.

La 10 inició el hexa

Al llegar a la décima copa de los tibaseños, tenemos que hablar de historia, ya que además de ser un número tan significativo, fue el inicio de una de sus grandes gestas: el hexacampeonato.

“Ningún equipo en la historia del balompié nacional ha podido acercarse siquiera al rendimiento de aquel cuadro del Deportivo Saprissa que en 1972 se alzó con el campeonato nacional, la copa y el torneo de la Fraternidad. Fue el primero de los seis consecutivos, el récord nacional”, se lee en el libro de Historias de lucha, pasión y goles.

Ese equipo era dirigido por Marvin Rodríguez y tenía figuras como Odir Jacques (goleador del certamen), Edgar Marín, Juan Gutiérrez, Hernán Morales y Asdrúbal Paniagua, entre otros. Solo perdieron un partido, ante Cartaginés. El torneo se jugó con una primera fase de todos contra todos a dos vueltas y una cuadrangular final, igual a dos vueltas (ambas ganadas por el Sapri).

Cabe destacar, que en esa temporada se goleó 7-0 a Herediano, el resultado más amplio contra los florenses. Además, nuevamente, el subcampeón fue Alajuelense (va viéndose una tendencia).

El histórico portero Marco Rojas era parte de esa planilla y, más allá de hablar maravillas de lo que consiguieron, aseguró que ese título, como todos, es solamente lo que Saprissa siempre debe hacer.

“Ese campeonato lo que dice que es al estar en Saprissa hay que ser campeón siempre. Había una frase que nos decía don Ricardo Saprissa en ligas menores y es que uno llega a Saprissa no a ser segundo o tercero, llega solo a ser campeón. Siempre debemos mostrar la jerarquía que nos dieron los antecesores.

“Para mí fue lo máximo, estaba comenzando en primera división y la idea era esa, ser siempre campeón. Al final significa cumplir eso que la afición necesita siempre, que seamos campeones”, resumió el exguardameta.

La 20 se ganó ante el archirrival

Para la temporada 1994-1995, Saprissa llegaba como el vigente campeón tras conquistar su corona 19 el torneo anterior y lo haría bajo el mando de Carlos Linaris, el técnico que los hizo campeones.

La primera fase del campeonato se jugó a cuatro vueltas y los mejores ocho avanzaron a una segunda fase que consistió en dos cuadrangulares finales, luego semifinales y final. La ciencia era que, si el ganador de la primera y la segunda fase era el mismo, era campeón, de lo contrario tocaba jugar una gran final, tal como sucedió.

El Monstruo hizo un punto más que el León para conquistar la segunda fase, pero los rojinegros se dejaron la siguiente etapa, obligando a una serie más para definir al monarca.

“El 11 de junio, ante 15.479 aficionados que llenaron el Morera Soto, comenzó la serie. La Liga jugó a la ofensiva y el Saprissa antepuso orden defensivo a las aspiraciones de victoria eriza. Juan Carlos Arguedas hincó a Erick Lonnis de tiro libre y estableció el 1-0. En el complemento, los morados se fueron arriba apenas el juez silbó la reanudación. Óscar Ramírez y Rolando Fonseca enmudecieron el Morera. Alajuelense arriesgó y Linaris se frotó las manos. Incluyó a Michael Myers por Javier Wanchope y en la primera incursión puso el 1-3. El 18 de junio, en el juego de vuelta, Víctor Badilla sentenció el partido con el 0-1 definitivo. La derrota no eclipsó el festejo encendido en las gradas. Bicampeones”, se lee en el Libro Morado sobre la conquista del título 20 sobre la Liga.

Benjamín “Mincho” Mayorga fue parte de esa planilla que alcanzó la bonita cifra y esto nos habló de esa copa:

“Fue una temporada en la que hicimos cosas importantes y tanto yo como mis compañeros queríamos ese campeonato, cuando logramos el objetivo nos sentimos contentos y satisfechos porque sabíamos que estábamos entrando a una lista de jugadores ganadores”, comentó Mayorga, quien recuerda que tras esa final cambió su camisa con Mauricio “Chunche” Montero.

“Significó mucho (ganar la 20), yo lo hablaba con los compañeros y significó mucho porque queríamos dejar marcados nuestros nombres como referentes para que las próximas generaciones comieran el mismo ADN y que otros jugadores pudieran seguir escribiendo páginas doradas en Saprissa”, añadió.

Saprissa y la Liga por la 30

La final del torneo de Verano 2014 tuvo una gran particularidad, ya que los dos máximos rivales de nuestro torneo, Saprissa y Alajuelense, llegaban con 29 títulos, o sea, el que ganaba no solo se coronaba campeón, sino que se convertiría en el primer equipo de la Concacaf en llegar “al tercer piso”.

“Herediano comenzó la fase preliminar con tanta contundencia que logró mantenerse en el primer lugar de la tabla de posiciones durante 13 jornadas. Empero, gracias al aporte del arquero mexicano Luis Ernesto Michel y los oportunos goles del boliviano Carlos Saucedo, los tibaseños lograron alzarse con la cima del torneo”, dice el libro de Pastor y Rojas.

Terminar en la cima les permitió enfrentarse a la Universidad de Costa Rica en semis y, tras superarlos con dificultad, llegó la final ante el archirrival.

La ida se jugó el lunes 5 de mayo y concluyó 0-0 en el Morera Soto y la vuelta fue cinco días después, el 10 de mayo, en el estadio Ricardo Saprissa.

“El partido se realiza bajo un torrencial aguacero que condiciona las acciones en ambas áreas (…) después es expulsado Jonathan McDonald por una agresión contra un zaguero de Saprissa (David Guzmán) y la Liga se echa atrás, complicando sus posibilidades. En el minuto 42, un centro de Heiner Mora es cabeceado a la red por Hansell Arauz…”, se lee en el libro ya mencionado.

Un protagonista de esa serie fue Rónald González, entrenador encargado de conquistar la 30 y superar una sequía de cuatro años sin títulos. Él nos contó que recuerda de ese triunfo:

“Yo resumiría el torneo de 2014, con la copa 30, como una experiencia única, un maravilloso momento que pasamos después de una temporada difícil y después de unos años que Saprissa tenía de no ganar títulos. Fue maravillosa esa noche, una noche mágica, en la cual pudimos vencer al eterno rival y coronarnos campeones”, recordó.

Pero, ¿qué representó para él ser el entrenador de un título tan significativo?

“Fue algo muy grande para mi carrera como entrenador, yo venía de ganar el título 25 en Guatemala hacía un año con Comunicaciones, que también fue algo importante. Ganar el título 30 con Saprissa, el equipo con el que jugué tantos años y con el cual me he identificado tanto, fue uno de los momentos más hermosos de mi carrera”, detalló.

Y el Monstruo solo necesitó 10 años y 16 días para subir un piso más y alcanzar la 40, con tetracampeonato incluido.