Saprissa agrava su crisis al caer 2-1 ante Santa Ana en el estadio de Piedades. Su primera vez en la pequeña cancha al oeste de la capital, sin duda alguna, será inolvidable en un día que la afición morada terminó gritando “fuera Giacone”.
En el Monstruo la cosa está caliente, la afición no está contenta con el cuerpo técnico y, por los resultados mostrados, tampoco puede estarlo la directiva, aunque en algún momento diga lo contrario, o le baje el piso, sin duda hay preocupación.
¿Cómo no estar estresado con cuatro partidos sin ganar? Eso no es Saprissa, esa no es la exigencia que tiene el equipo más ganador de Costa Rica y una situación así le arma un mosquero a cualquier entrenador que esté en el banquillo, se llame como se llame.
José Giacone claramente no escapa a eso, más en un momento donde sus apuestas no le salen como quisiera y le toca corregir pronto, como haber sentado a algunos pesos pesados de Tibás como Mariano Torres, Marvin Loría y Ariel Rodríguez.
Es claro que la idea no salió cuando el Monstruo terminó el primer tiempo apenas con un tiro a marco, tienen cualquier cantidad de tiros de esquina que no terminan en nada y un pasabola totalmente estéril que no termina en nada.
Lo hemos dicho en estas crónicas desde hace rato, de qué le sirve a Saprissa tener el balón, cuando no sabe qué hacer con él, cuando no tiene imaginación para crear opciones o al menos generar la sensación que ahoga al rival. No sirve de nada.
Llevaron a un técnico “especialista en defensa” y en casi todos los partidos los clavan, por uno u otro motivo, pero siempre pasa, las excusas y el crédito se agota cada día más al punto que haya aficionados que afirman “extrañar” a Vladimir Quesada.
Los morados están en un punto donde todo lo que puede salir mal, sale mal y ni siquiera chispazos alcanzan para cambiar las cosas.
Una muestra es que Santa Ana no ganaba en su casa desde el 25 de noviembre del 2024 cuando derrotó a Guanacasteca, tardó en llegar el Monstruo para frenar esa racha y además darle un tanque de oxígeno al colero del torneo.
Los Robles, además de mostrar mucho corazón, fueron un equipo ordenado y muy solidario, en el que todos marcador, corrieron y le metieron más allá de sus posiciones, bastó ver a Giancarlo Castro, de lejos la figura del partido, barrerse y celebrar un despeje para frenar un ataque, más allá de ser una ficha de ataque.
El talentoso volante fue protagonista para abrir el marcador. Al minuto 42, Gino Vivi le dio una patada por detrás, luego que este lo madrugó al ganarle una pecosa en el área y al tratar de despejar, el extremo no lo vio y se lo llevó en banda en una clarísima falta que no dudó en pitar Hugo Cruz.
Emmanuel Casado lo cambió por gol con un remate bien ejecutado, pegado al palo derecho del marco de Esteban Alvarado, quien se la jugó para el otro lado para acabar los locales el primer tiempo con ventaja de 1-0.
Para iniciar el segundo tiempo, José Giacone se mandó rudo y realizó tres cambios, ingresaron Mariano Torres, Ariel Rodríguez y Marvin Loría. En su lugar salieron Dax Palmer, Kenay Myrie y Nicolás Delgadillo, con lo que jugó el todo por el todo, una acción que dejaba claro que sabía que no podía darse el lujo de perder.
En Santa Ana todo mundo se puso las pilas, sabían que era el día, Patrick Pemberton tapó una doble a Ariel Rodríguez, se trataba de sostener a como se pudiera.
Cuando la S presionaba por el empate, Giancarlo se destapó con el jugadón del partido, sin discusión alguna, el primer gol de su carrera en primera y vaya pepino desde 60 metros de distancia.
El volante se jaló el golazo de la fecha, del campeonato, o del año, un pepino que clavó desde antes de media cancha, agarró a Esteban Alvarado salido, le metió un bombazo que bañó al meta morado para marcar el 2-0 extraordinariamente.
Saprissa descontó con una muy buena jugada en dos tiempos. Un gran centro de Marvin Loría al segundo palo le cayó a Gino Vivi, quien de seguido le dio un zurdazo para definir y poner el 2-1 a los 83 minutos, pero no hubo chance para más. Al final los gritos de “fuera Giacone”, también sonaron duro en Santa Ana.