Santa Ana resucitó en Guápiles, en 45 minutos se levantó de una manera en la que no lo había hecho en todo el campeonato, y consiguió su primera victoria del Clausura 2025 al triunfar 3-1 ante Santos, un rival con el que tenía prohibido perder.
La situación de los josefinos es muy delicada, porque si caía en el Ebal Rodríguez hubiese quedado a diez puntos de los rojiblancos, una distancia bien grande y a cinco de Puntarenas FC, que este domingo juega ante Sporting en Pavas, y en caso de ganar, se alejaría más.
En el primer tiempo en territorio guapileño daba la impresión que todo iba en esa dirección, los santistas se adelantaron muy rápido en el marcador, apenas a los tres minuots los clavó Yamil Leal, en una jugada que se metió con una abrumadora sencillez al área y el chamaco definió como todo un veterano.
Para el equipo de Wálter Centeno todo parecía a pedir de boca, manejaba el balón, tenía mejores opciones, y la confianza ante un contrincante con el que sabía era la oportunidad ideal para matarlo y sacarle una buena ventaja.
La presión en Santa Ana se notaba en su técnico, Cristhian Salomón, quien llegó al club tratando de sacarlo del sótano. Eran reclamos y gritos aquí y allá, pues el argentino tenía clarísimo qué se estaban jugando.
Fue hacia el cierre del primer tiempo cuando las cosas empezaron a variar, se combinó un cambio de actitud del visitante con horrores claros de los locales, una receta para el desastre.
El santaneño Mauricio Villalobo cobró un tiro libre desde la izquierda al área, Marco Meneses la pegó de cabeza, Darryl Parker le metió la mano a la bola de mala manera, dejó un rebote al centro y Luis Alberto López anotó el empate al 44.
En el segundo tiempo fue otro partido, Santos se cayó y Santa Ana se la creyó. La roja a Adán Clímaco, a los 52 minutos, por un planchetazo sobre Javier Camareno fue muy clara; más bien al árbitro Adrián Chinchilla se le había ido, pues solo le sacó solo amarilla, pero luego con el VAR corrigió y mandó al salvadoreño a las duchas.
A Santos le pesó mucho la roja, Paté sacrificó a Ariel Arauz por Jordy Evans, pero el cambió no pegó, porque perdió fuerza arriba y el exzaguero del Saprissa no entró bien y no pudo tapar el hueco que dejó Clímaco en la defensa.
Uno sentía que el otro de Santa Ana estaba por llegar, ya le habían anulado uno por posición prohibida al inicio del segundo tiempo, y a los 64 cayó el tanto tras un centro a la olla de Johan Condega que aprovechó Camareno tras ganarle a todos las marcas y anticipar la mala salida de Parker, otra vez.
Santa Ana no se conformó y apareció otra figura importante, el argentino Emanuel Casado, quien pegó un bombazo desde el lado derecho para liquidar el 3-1 al 70. A esas alturas Santos se caía ante un rival que le entraba por todo lado.
Paté no encontró respuestas en la cancha ni en el banco, de poco le vale hablarles fuerte a sus jugadores, con un tono casi de pastor, si el mensaje que da no cala en el futbolista.
Santos descontó a los 88 en una jugada un poco rara; Reimond Salas le dio muy mal a una bola, pero está no salió; Kenneth Cerdas la logró rescatar y la puso al centro donde apareció Darnell Barthley para el 2-3. Fue una acción más de fortuna que otra cosa en un momento en que a su equipo se le había olvidado el fútbol.