Roy Myrie, recordado lateral de Alajuelense, vive los clásicos ante el Saprissa de una manera muy particular, pues se divide entre el amor que siente por la Liga al pique que tiene con sus dos hijos que juegan en el Alto Rendimiento del Monstruo.
No cabe duda de que en la familia del exdefensor manudo reina el amor por el fútbol y por la familia, eso se antepone a cualquier cosa, pero en los clásicos reconoce que cada uno jala por su lado.
Es una historia bastante curiosa, el Popo tiene tres hijos varones que todos juegan fútbol, Kian, de 13 años, que está en las ligas menores de los rojinegros y que es más manudo que el tata y luego los gemelos Kenay y Kenan, de 18 años, que están a un paso de debutar en la primera con la S. Además tiene una hija de 14 años llamada Kyara.
Originalmente, todos estaban en el León, pero por las vueltas del fútbol y la vida se pasaron a la acera del frente, lo que hace que los clásicos en la casa se vivan con cierto pique.
“Sí, sí, ahí bromeamos, me tienen feo porque lastimosamente la Liga no ha estado muy bien en los últimos torneos, entonces es esperar siempre la vacilada y las canciones del Saprissa en casa, pero es parte de esto, Kian es el que me mantiene fuerte, sufre bastante, pero sé que en el algún momento se le va a dar a él y a todos, Dios primero vista la camisa y nos traiga alegría a los liguistas”, dijo a La Teja.
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Roy bromea que quien la ha pasado más duro en la casa es su hijo menor, porque es demasiado manudo, es el más fanático de la casa pero a pesar de todos los golpes, siempre está al pie del cañón y nunca destiñe.
“Hay que aguantarse, ni modo, porque en los clásicos siempre nos ganan, pero yo confío que pronto la Liga va a sacar la cara, les tengo fe y bueno, ahí es cuando yo voy a tener para vacilarlos”, comentó Kian sobre esa espinita que quiere sacarse con sus hermanos mayores.
Como dato curioso, los Myrie no son los únicos manudos de la casa, porque resulta que el suegro de Roy es Víctor Reyes, el popular Mingo que tiene más de 40 años trabajando con los rojinegros y el orgulloso abuelo de los chicos.
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“Los dos estaban en la Liga, por cosas de la vida a lo último se dio que pasaran a la acera del frente, pero en la casa estamos muy claros que queremos que ellos triunfen adonde quiera que estén. Yo soy muy liguista, pero Kian me gana por mucho, a pesar de todo su amor está ahí. A veces se resiente porque los hermanos lo vacilan, pero igual todos estamos muy contentos de verlos a un pasito de debutar en primera división y que sepan que siempre estaremos con ellos”, agregó el tata.
Roy Myrie siente mucha satisfacción de ver a sus hijos crecer en el Saprissa
Fuera de la amistosa competencia en casa, Myrie se siente muy feliz de ver cómo sus muchachos van subiendo y son considerados en el tetracampeón nacional hasta para entrenar con la primera. Kenay ya ha sido convocado incluso a partidos con el primero equipo, sin que haya debutado aún.
“Yo soy liguista de corazón, pero soy primero padre y me siento muy orgulloso de verlos a ellos triunfar en lo que están haciendo, en este caso es con Saprissa, que es el archirrival de la Liga, pero igual el amor que les tengo a ellos es tan grande que rompe esas barreras”.
“Tenemos la bendición en casa de tener sangre deportista, los gemelos representan otros colores, pero igual uno está con la misma felicidad de verlos triunfar. Kenay tuvo la oportunidad de ser convocado el torneo pasado, pero ellos siempre tienen el chance de entrenar con la primera y esperemos que puedan sacar mucho provecho a la parte deportiva, pero sin dejar de lado lo académico que me interesa mucho como padre también”, explicó.
Kenay incluso está convocado para el premundial sub-20 que Costa Rica disputará en México a partir del próximo viernes con miras a la Copa del Mundo de Chile 2025.
Roy reconoce que está muy agradecido con Vladimir Quesada por todo el apoyo que ha dado a sus hijos y considera que para este momento de sus carreras estar con una persona así, es lo ideal.
“Es un entrenador demasiado formativo, es muy correcto, los tiempos de Dios son perfectos y tuvimos la dicha de tener un entrenador con esas características, estoy muy agradecido con él por el apoyo que les brinda y les dé la oportunidad de entrenar con la primera. Como todo en la vida, se tendrán que ir ganando las cosas poco a poco, con trabajo y esperando en Dios que todo se les pueda realizar”, finalizó.