Hay equipos en la MLS que recurren a los billeterazos, a contratar grandes estrellas para dar de qué hablar, que tienen dueños famosos o que ven el fútbol más como un show que como una organización que mediante el trabajo busca el éxito deportivo.
El Philadelphia Union, rival del Saprissa este martes en la primera ronda de la Copa de Campeones de la Concacaf, tomó un camino muy diferente al de muchos equipos en los Estados Unidos, lejos de los reflectores que les gusta seguir a muchos trayendo grandes estrellas.
Tomar a la cantera como la base de su proyecto y creer en una persona que es quien le ha dado forma a la visión del club como lo es el técnico Jim Curtin, en su puesto desde el 2015, es lo que los tiene hoy en día como un club modelo en la MLS, al punto que según el ranking de la Concacaf, es el mejor equipo de su país
Los de Philly ocupan el puesto cuatro de la clasificación, solo por detrás del Monterrey, el América y el Tigres de México y muy lejos del puesto 44 que tiene el Monstruo.
El Union ha tomado un modelo muy al estilo del fútbol inglés, una especie de mánager que decide sobre prácticamente todas las decisiones deportivas del club, cuáles jugadores se contratan, quiénes salen y especialmente el darle un lugar muy importante a la cantera, jóvenes que se acompañan de algunos veteranos.
En Philadelphia han resistido a la tentación de irse por las grandes estrellas, sin embargo eso no ha provocado que el equipo no sea competitivo. Ganaron el título en el 2020, fueron subcampeones en el 2022 y llegó en dos ocasiones a las semifinales de la Liga de Campeones de Concacaf (2021, 2023) y disputó tres finales de la U.S. Open Cup (2014, 2015, 2018).
Los métodos de trabajo de Curtin y el estilo de gestión del equipo ha sido tomado por la misma MLS como un modelo exitoso, no porque ganen títulos siempre, sino porque constantemente como club demuestran que están en evolución.
“Año tras año, desde que Jim Curtin asumió el cargo casi una década atrás, Philadelphia Union ha hecho un progreso tangible y linear. Ese progreso se hizo evidente en puntos totales, o en diferencial de goles, o en presencias en la final de la US Open Cup. Pero en cualquiera de los casos, la directiva del Union, los aficionados (y Curtin) pudieron señalar a algo concreto y decir: ‘¿Ven? Este año fuimos mejores que el año pasado’”, destacan en un análisis tras el final de la temporada 2023
A pesar de las decepciones del año pasado cuando se quedaron en las semifinales de la conferencia del este en el torneo local y fueron eliminados por el Inter de Miami de Lionel Messi en el torneo copero, también en la antesala de las semifinales.
Ritmo
Los gringos están sin fútbol oficial desde noviembre cuando terminaron todas sus competiciones y en el 2024 han disputado cuatro amistosos, perdieron 2-0 ante el Flamengo de Brasil el 21 de enero y luego todos ante rivales de MLS. El 23 de enero igualaron a uno con Austin, el 27 derrotaron 3-1 al New York y su última mejenga fue un 0-0 el 14 de febrero ante el New England Revolution .
La mejenga en la Cueva este martes será el primer partido oficial para el Union, algo normal para las escuadras gringas en esta parte del año, lo que sin embargo, no los frena para usualmente avanzar de fases en Concacaf.
Dentro de los jugadores a tomar en cuenta para este año, resaltados por la misma página de la MLS están en el meta Andre Blake de quien dicen: “Tuvo meramente un buen año en el 2023, en lugar lugar de las actuaciones descomunales que tuvo en 2021 y 2022. Está en su mejor momento, y todavía es uno de los mejores cinco arqueros de la MLS”
José Martínez (mediocampista defensivo): “Una vez más fue uno de los mejores volantes defensivos en la liga, y es un bloque de construcción para todo el éxito de su equipo”
Jack Elliott (defensor central): “No fue en esta temporada tan buena como lo fue el año pasado, pero todavía está en un gran momento, y sigue siendo uno de los 10 mejores en su posición en la MLS para el 2024″.
Además destaca a otras figuras como el extremo Daniel Gazdag y el lateral derecho Nathan Harriel como la base de jugadores sobre la que se sostiene el equipo, sumado además al atacante argentino Julián Carranza.
Un equipo supersólido que en Estados Unidos se hizo un nombre por trabajo y no a punta de billeterazos por grandes estrellas.