Marcel Hernández, segundo anotador histórico del Cartaginés con 106 goles y el mejor goleador extranjero en la historia de los campeonatos costarricenses con 126 anotaciones, se fue del club como un mortal más, casi por la puerta de atrás, con el mismo trato de cualquier otro jugador.
El cuadro brumoso no hizo nada especial para anunciar la salida de quien comandara el equipo histórico del Clausura 2022, cuando el cuadro de la Vieja Metrópoli dejó atrás 81 años para coronarse campeón por cuarta ocasión en su historia.
En el comunicado, el club solo puso: “Gracias Marcel. Comunicamos que Marcel Hernández no seguirá vistiendo la camisa de nuestro equipo. Le deseamos éxitos en sus futuros proyectos”. Esa forma es la tradicional para despedir a un jugador de un club, pero Marcel representó mucho para el cuadro brumoso.
Por ejemplo, hace unos días, con el mismo diseño y unas palabras similares, despidieron a Kenneth Cerdas, Bryan Cordero, José Gabriel Vargas y Josimar Méndez
Incluso, La Teja le preguntó sobre la salida a Leonardo Vargas, presidente del equipo, y la respuesta fue muy corta. “Ya no es jugador del Cartaginés y sobre su salida no tengo nada más de qué hablar, la negociamos y salió de acuerdo a nuestras expectativas. Eso es todo lo que tengo que decir”, expresó.
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Esteban Mora, especialista en comunicación y redes sociales, dijo que la forma en que despidió el club a su jugador estrella, estadísticamente hablando, revela que la relación definitivamente estaba rota.
“Lo que se estila es un post para decir gracias por todo, pero vi el post, lo leí y cuando uno termina de leer uno lo nota, uno dice: ‘Aquí se notan las diferencias’. Eso va más allá de lo deportivo porque están diciendo: ‘Ya no trabaja más con nosotros’, definitivamente la relación estaba dañada, es algo personal”.
Marcel se despidió con un en vivo que hizo desde su Instagram y, al menos el club, dejó que lo hiciera desde el estadio Fello Meza. Marcel se lo agradeció a Leonardo Vargas hijo, gerente del club. En la despedida no hubo gente y el cubano lloró. Él al menos sí se despidió de mejor manera.