Herediano derrotó anoche 2-1 a Santa Ana, gracias a un Marcel Hernández encendido que ayudó a tapar una torta horrible que los puso en una situación complicada.
Era lógico que la locura de la semana pasada en la mejenga 5-4 ante Liberia en esta misma cancha, fue una anomalía, algo salido de lo común y no lo íbamos a ver de vuelta, son partidos que pasan una vez cada muerte de obispo.
Lo mostrado por el Team ante Santa Ana no solo se ajusta más a la realidad del fútbol nacional, sino también a la propia. No solo por los goles, sino por lo deslucido en la producción de fútbol, en la emoción, en los marcos, en el bostezo para llevar la pecosa.
La cancha mojada hacía que la bola fuera rápida, eso claramente era un condicionante grande para manejar el partido, pero tampoco una excusa para que el juego sea malo, sin emociones, esta vez parecía que los equipos se cuidaban más del error que en ir adelante.
El juego, además, fue una muestra del certamen sumamente irregular del Team, de chispazos, con individualidades como Marcel Hernández, que anda realmente encendido, que se fue de gol y asistencia anoche.
Tempranito. Apenas a los tres minutos vacunó con una bola que le quedó cerca del punto de penal, la tomó, se dio una media vuelta y anotó con un fuerte remate en el marco de Patrick Pemberton para la tempranera ventaja.
El otro nombre que dio de qué hablar fue Anthony Walker, el meta florense que se jaló un horror.
Desde el primer tiempo se notaba que el muchacho jugó con cierto temor. Santa Ana aprovechó para tirarle mucho en el primer tiempo para probarle y todas las rechazaba algunas al frente, se salvaba que no aparecía nadie para los rebotes.
Recibió algunos halagos, tuvo bastante trabajo, hizo un par de buenos achiques, pero en el segundo tiempo fue cuando se jaló su gran pelada.
Ojalá que al joven meta florense, de 23 años, la jugada no lo marque. En su debut en primera como florense el gol rival fue un horror muy grande.
La cara de Jafet Soto lo dijo todo, fue una torta grande, de las feas y en un momento en el que su equipo estaba tranquilo ante un rival sin profundidad.
Adrián Chévez mandó un centro tipo banana, el meta se agachó para tomarla, pero la pecosa le rebotó, le dio en el pecho y se le fue entre las manos. Un error de técnica muy evidente, pero él la tocó y le dieron autogol.
Por dicha para Anthony y el Team como lo dijimos no fue determinante, porque apareció otra vez Marcel, aprovechó una contra rápida, un pase de Gerson Torres, corrió toda la banda por la derecha y la puso al centro, donde apareció Ronaldo Araya para cerrar la pinza al otro palo y anotar el 2-1 a los 75.
La victoria deja a los florenses con 20 puntos en el quinto puesto, los mismos que Cartaginés, que este domingo juega ante Alajuelense.