Bendigo con todo mi corazón la tarde del año 2002 cuando me encontraba con mi madre en el Centro Comercial del Sur y vi a través de un viejo televisor de caja cómo Rolando Fonseca nos hacia un doblete, como celebraba con euforia y se levantaba la camisa de Liga Deportiva Alajuelense señalando al cielo.
Algo en mí cambió en ese instante, algo a mis nueve años me hizo ver que no soportaba esos colores, yo que quería que el otro equipo, el moradito, ganara para ver a esos pesados tristes, ese día me hice morado, en el peor momento institucional y deportivo, como los verdaderos aficionados nacen, en las malas.
Volviendo a la actualidad, el miércoles pasado comenzaron los nervios, para nada me hubiera preparado para el bochorno de espectáculo que fue ese primer partido, no sé si Saprissa lo hará a propósito o si de verdad esperan al peor momento para realizar todas las tonterías que no hicimos durante el campeonato, pero siempre suceden justo cuando menos tienen que pasar.
Que botamos goles muertos, que Kevin Chamorro se expulse (que ya venía siendo cuestionado, dicho sea de paso) el incidente de Esteban Alvarado, la entrada criminal de Gerald Taylor y por supuesto, la torta semestral de David Guzmán, justo cuando más lo necesitamos, haber perdido 1-0 fue una completa y total bendición, Luis Paradela advirtió, lo dijo y pasó: “ya sabemos lo que pasa en nuestra casa”.
LEA MÁS: Saprissa gana la 40 dando cátedra de por qué nadie tiene la fuerza de apearlo del trono
El domingo fue un día donde los nervios no me dejaron comer, tenía un nudo en el estómago, no podía estar tan tranquilo como el resto de los aficionados, hasta que vi la formación de Guima, ahí entendí que se les venía la tarde.
Saprissa salió con sangre en el ojo, simbología pura con el incidente del cubano en el Morera Soto, la ventaja que al cuadro manudo le tomó 117 minutos, se las arrebatamos en apenas 15, el equipo era un vendaval ofensivo, por ratos desordenado e imprecisos, pero tampoco sufriendo amenazas del rival cortesía de un Michael Barranes, más morado que nunca, tirando a lo loco y generando cero ocasiones al arco.
Pasó lo que dicta la historia, el equipo mas ganador de la región, el tetracampeón nacional se llama Deportivo Saprissa y tenemos 40 copas.