Las dos aficiones más numerosas del país están a la espera de su enfrentamiento, el duelo que determinará la alegría o tristeza en el regreso a la oficina el lunes, pero , ahora es diferente, ahora “acomodan” el horario para no competir con el Super Bowl o un festival musical como Picnic
De niño, poco importaba si jugaban Yankees vs Dodgers, América vs Chivas o si se diputada el Super Bowl, el clásico era el que mandaba, el horario era el que a los clubes les convenía sin medir otro tipo de competencias o eventos musicales
Hoy, hay que ser claro, el espectáculo futbolistico nacional no es necesariamente un show de entretenimiento, sí de pasiones, pero entretenimiento... no tanto.
La era de la hiperconectivavidad afectó el torneo criollo, hay más opciones de diversión.
Para peores, en nuestro fútbol no es tan normal ver shows antes, en medio y al final de los juegos, los clubes se ven expuestos a multas y mejor no se la juegan.
Así es más complicado atraer nuevos seguidores, los de la vieja escuela ahí estamos, por amor y pasión a nuestro querido fútbol criollo.
Volviendo al partido, este clásico no perdona una derrota, a Giacone la afición ya le perdió la paciencia, y el verbo florido de Guima no rima sin conseguir el éxito doméstico. La afición de Alajuelense ya no perdona, no quiere lindos discursos, quiere triunfos importantes y el título nacional.
Tendremos el condimento del posible debut de los extranjeros del Saprissa. ¿Serán el eje de su repunte?
Para los futboleros el clásico es clásico, aunque le huya al fútbol americano o los grandes conciertos, aunque no permitan espectáculos reales alrededor, lleguen bien o lleguen más los equipos el domingo se sana una herida y aumenta otra, o de pronto los dos hacen mucho daño.