Jefferson Brenes volverá pronto a jugar con el Saprissa y así dejar atrás momentos duros y amargos que hasta lo hicieron llorar durante los cuatro meses que lleva lejos de la cancha, debido a una rotura de meniscos en su rodilla derecha.
El volante morado contestó las preguntas de La Teja sobre esos días que, afirma, se le hicieron larguísimos y en los que su ánimo no estuvo de la mejor forma; especialmente, al inicio de su recuperación.
Cosas tan simples como ir al estadio a ver jugar a sus compañeros, ver el ambiente con los aficionados, lo hacían sentirse aún más triste al no poder ser parte de esos momentos.
“Entre diciembre y enero pasé una parte muy dura, fueron 15 días en los que derramaba lágrimas del dolor que sentía, pasaba tomando medicamentos a cada rato, ya estaba empachado de tomar tanto medicamento. La lesión fue algo grave, el 80% del menisco se fue y, en realidad, fue algo muy sin gracia. Yo venía un poco desgarrado cuando fui a Surinam (a jugar con la Selección de Costa Rica) y salí lesionado como al minuto 20, ya la rodilla estaba un poco inestable”, explicó.
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El tiempo fue una de sus mejores medicinas, además del apoyo de la familia, así como hacer consciencia que su estado de ánimo sería otro elemento vital para recuperarse con toda la pata.
“Senté cabeza, a como fueron pasando los meses fui reflexionando, retomando también mis estudios personales para aprovechar el tiempo. Eso me ayudó y esperemos estar pronto en la cancha, pues ya tengo esa sensación de volver.
“La lesión me ayudó a reflexionar sobre mi vida, estaba descuidando un poco algunas partes por estar enfocado en el fútbol, pero soy una persona que desde que crecí he pasado por obstáculos, he sobrepasado algunas cosas, pero ahora me siento bien, ya quiero estar con el equipo. Uno quiere ayudar siempre, ahora estoy enfocado en llegar a ese cinco por ciento que me falta para completar el 100% de la recuperación”, comentó.