Iván Mraz pudo alardear que fue el único técnico en la historia de Alajuelense que logró algo que los aficionados manudos han anhelado por tanto tiempo, como lo es ganarle una final al Saprissa en Tibás.
En 52 años que tiene de fundado el estadio Saprissa, la única vez que los rojinegros salieron de allí con el título fue en 1991, cuando eran dirigidos por el entrenador checo.
Aquel tanto de Austin Berry parece cada vez más lejano, historia que aunque, en algunas ocasiones, el León ha estado cerca no ha podido volver a repetir.
Como técnico liguista, don Iván ganó dos títulos; el primero en 1980, pero el segundo, sin duda, es una final que los manudos aún recuerdan como uno de sus grandes orgullos.
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“Hombre de una disciplina militar, llevaría a la Liga Deportiva Alajuelense a dar el salto definitivo hacia el profesionalismo algo que, posteriormente, terminarían imitando propios y extraños.
“Procedente del Spartak Praga, se preocuparía por acostumbrar a los jugadores a dobles sesiones de entrenamiento, a trabajar aspectos tácticos y físicos, que hicieron del conjunto manudo todo un ejemplo; incluso, para convertirse en la base de la selección nacional que disputaría las eliminatorias para España 82″, destaca el libro “Historia de lucha pasión y goles”, del historiador José Antonio Pacheco y el periodista Javier Rojas (QEPD).