Herediano y Liberia se echaron el mejor partido del año en el fútbol nacional, un 5-4 que será de esos que se recuerde por mucho tiempo en la mente de los aficionados.
Que buenos manazos vimos, un segundo tiempo frenético, como para ponérselo a cualquiera que no sepa mucho de fútbol y lo quieren enganchar con el deporte. Siete goles en media hora, qué mejor carta de presentación podrían tener.
Emoción pura y llana, algo que no se ve nunca en el fútbol nacional, donde el corazón, las ganas y el espíritu por triunfar mandó, eran dos boxeadores que encajaban golpes de lado y lado, quienes en lugar de poner la rodilla en la lona seguían peleando por ganar.
Partidazo. Difícilmente veamos más de este tipo de partidos en el certamen de Tiquicia, por lo que cuando pasan solo queda disfrutarlos y a la vez agradecer a los protagonistas.
Darle las gracias a Minor Díaz y Liberia por no tener miedo de ir a enjachar a un equipo grande de esta manera, porque hay otros que se van por la más sencilla, meter el bus atrás y ver que pellizcan. Los pamperos demostraron que son un equipo con hambre, no por nada son el club con más remates a marco del torneo.
Del primer tiempo lo que podríamos hablar es que se abrió el marcador con el penal que Daniel Colindres marcó al 37′, que si no hubiera sido por la ayuda del VAR, el central se hubiera comido una falta del tamaño del estadio Carlos Alvarado.
Como nos señaló Henry Bejarano, nuestro analista, sobre la jugada: “EL VAR tiene que ser un apoyo para jugadas difíciles, no una alcahuetería para salvar las tortas de los árbitros”.
Mitad de lujo. Dejemos de lado lo malo y centrémonos en una complemento que, desde los 20 segundos, ya trajo emociones, cuando Marcel Hernández puso el 1-1 en un jugadón en el que se quitó hasta el portero para igualar las acciones.
Al 52, Jurguens Montenegro, se llevó una bola por la banda derecha, la peleó hasta el final y pudo tirar un centro a la olla adonde iba entrando Raúl Vidal y con la cabeza poner el 2-1 en el primero de sus dos pepinos.
Un penal que Marcel pegó en el palo a los 57 y que luego impactó al arquero Daniel Villegas se fue al fondo para el 2-2. El árbitro dio autogol por el desvío.
El Team le dio vuelta al 62, una jugada que Marcel se la puso a Ronaldo Araya, este se la filtró a Andy Rojas y el chamaco definió con un tiro al otro palo de Villegas.
Cuando Herediano se sentía ya en paz al dar vuelta a las cosas, llegó el segundo de Vidal, quien aprovechó otra asistencia de Jurguens entrando al área y definió en un mano a mano que quedó con Cruz para el 3-3, al 64.
Este tren sin frenos seguía a todo vapor, Marcel puso el 4-3 a los 68 con un cabezazo tras un tiro de esquina, un jupazo picado que se comió a Villegas, pero las cosas aún estaban lejos de terminar.
Cristian Reyes le marcó a su exequipo de la misma manera, un testarazo casi afura del área que globeó a Aarón Cruz y por más que se estiró no le dio chance de llegarle a la pecosa y puso el impensado 4-4.
El último golpe le quedó al Team, ya a los 87 minutos, una bella volea de Allan Cruz en la que la defensa de Liberia se quedó pidiendo una posición prohibida que no existió.
Minor Díaz estaba tan chiva que hasta se fue a tomar agua del colerón, tal vez se perdió como casi lo empatan en reposición, pero no tienen nada de avergonzarse, fue una mejenga para cualquiera.