Geiner Segura es un técnico que ha sabido reinventarse en diversas ocasiones, un profesional que trabaja tranquilo, a perfil bajo, que más allá de desesperarse por ver quién lo contrata, examina proyectos que le cautiven, como fue el caso del que tiene Jicaral en la Liga de Ascenso.
El Fantasma tiene a los porteños en la final del Apertura 2024, la cual abren este domingo en casa, en el estadio de la Asociación Cívica Jicaraleña, ante un equipo que conoce muy bien, como lo es Guadalupe.
El paso de Geiner con Guadalupe es muy recordado, en la primera división pasó tres años con los josefinos, en los que fueron el mejor momento del club en la máxima categoría, por eso, en entrevista con La Teja, reconoce que es un duelo especial para él.
Por más buenos recuerdos, claramente quiere el título del Apertura que dejaría a su club a solo un paso de volver a la primera división y conseguir en mayo un ascenso que sería el segundo de su carrera, sumado al que consiguió en el 2016 con San Carlos.
“Sí, sí, sí. Creo que siempre hemos tenido el objetivo y la ilusión de llegar a finales, tanto en la primera división como en la Liga de Ascenso, al final creo que lo más importante es el compromiso, el profesionalismo y estoy muy contento. Y la verdad es que estoy muy feliz porque se me ha valorado el trabajo, es algo que yo estaba buscando, que se me valora no solamente como profesional, sino como persona también, creo que gracias a Dios, la decisión de venir cuando me llamaron, fue correcta”.
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- Jicaral es un club que tiene un proyecto muy ambicioso no solo en lo deportivo sino también en sus condiciones e infraestructura, ¿qué se topó al llegar hace tres meses?
Mirá, te voy a decir algo, he tenido la oportunidad de dirigir en primera división a varios equipos y no todos tienen las condiciones que tiene Jicaral, tiene una estructura deportiva muy, muy buena, por sus condiciones, por el proyecto, por lo que ellos están haciendo acá, no me cabe la menor duda de que merece estar en primera división, aunque es claro que esto no es de merecer sino de ganar, pero con todo lo que tiene, obviamente merece estar en primera edición y estamos trabajando para eso, para que este equipo regrese lo más rápido posible a primera.
¿Tomar este reto habla un poco de personalidad y carácter, porque una persona que hace dos años fue campeón en primera división (con Cartago) y tras dirigir a equipos grandes, no siempre se anima ir a una liga que algunos considerarían inferior?
Yo me preparé en mi vida como técnico para cualquier reto, yo sé que gracias a Dios tuve la oportunidad de ser campeón en Liga de Ascenso, fui campeón en U-20 y campeón en primera división. La vida me ha enseñado a mí que yo me preparé para ser técnico, porque amo lo que hago, porque disfruto lo que hago, porque esta es mi profesión y yo escucho. Así como fui a otros lados donde estuve muy poco tiempo e iba con otras condiciones, ahora analicé y creo que estoy muy feliz de haber tomado esa decisión, de que Dios me trajo por acá, yo estoy preparado para dirigir donde se me de la oportunidad para trabajar y tratar de construir una carrera. Creo que dirigir en Liga de Ascenso, ser campeón en Liga de Ascenso, en algún momento no lo vi, pero no es tan fácil tampoco, y yo creo que no se le da mucho valor, pero yo creo que es un título que todos queremos también en algún momento.
¿Qué significa para usted disputar esta final ante Guadalupe? Un equipo en el que usted trabajó tanto tiempo y que me imagino le tomó cariño...
Sí, lo hemos hablado con familia, Dios nos pone en esta oportunidad de jugar una final en un lugar en el que estoy muy comprometido, así como estuve muy comprometido en algún momento cuando llegué a Guadalupe, en aquel tiempo pues estaba en el penúltimo lugar y terminamos de quintos, nos salvamos del descenso en ese momento y tuvimos una estabilidad durante muchos torneos, gracias a Dios no pasamos más el sufrimiento de estar en esa situación y bueno, es un equipo que obviamente uno le tiene mucho cariño, mucho respeto, pero hoy Dios nos pone en este momento y yo me debo a Jicaral y voy a tratar obviamente de que podamos conseguir el objetivo que hemos trazado desde el principio.
De hecho, siempre quedó la impresión que desde que Geiner se fue, es cuando Guadalupe empezó para atrás con problemas hasta que descendió
Sí, pues eso siempre lo hemos hablado inclusive con el presidente (Antonio) Abasolo, con quien tengo una muy buena relación, pero bueno, así va la vida del fútbol, yo tomé decisiones (irse de asistente a Alajuelense), ellos también tomaron sus decisiones y bueno, al final creo que aporté en el momento que ellos me llevaron, aporté lo que tenía que aportar y bueno, al final pues ya lo que pasó pasó, no puedo opinar porque uno no estuvo ahí, pero al final como yo siempre digo, uno tiene un sello, que es trabajar, ser honesto, poner todo en manos de Dios y ser muy comprometido a la hora de cuando alguien me contrate.