Esteban Alvarado, guardameta del Deportivo Saprissa, salió muy molesto del clásico de este miércoles por la Recopa ante Alajuelense, al considerar que la expulsión que sufrió fue injusta.
Para el arquero, la árbitra Marianella Araya se equivocó y afirmó que no hizo nada para merecer esa sanción y que la silbatera ni siquiera vio la jugada para juzgar correctamente lo sucedido.
Anthony Porras de radio Columbia cuestionó a Esteban sobre los motivos de su expulsión, por lo que el futbolista devolvió la pregunta, quien le respondió que lo vio gritarle a Celso Borges.
“Entonces todos los que nos gritamos en la cancha tenían que irse, yo le grité lo mismo que él me gritó a mí. Lea los labios, ahí se puede ver”, destacó.
Luego cuando le cuestionaron si golpeó a Jonathan Moya lo negó de manera tajante.
“Eso es lo que no entiendo, o fue un primo mío o mi hermano andaba acá, pero no sé lo que vio. Jamás lo toqué, si eso está en el reporte escrito esperamos que lo puedan sostener con imágenes”, añadió.
Esteban indicó que espera que el club apele su roja, la cual lo sacaría, como mínimo, de dos partidos del campeonato nacional al tratarse de una roja directa, pero todo depende de lo que diga el informe.
“Yo creo en la justicia de Unafut y que lo que respalden en el papel tienen que mostrarlo en las imágenes, porque no puede ser tan injusto que por un error humano se va al traste una final”, dijo.
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Henry Bejarano analista arbitral de La Teja, opinó que la expulsión de Alvarado fue correcta luego que este insultara a Celso Borges, pero fue enfático que no fue el único que se tuvo que ir de roja.
“Se tenían que haber ido expulsados otros jugadores que empezaron el pleito. Y no hay cuarto árbitro, porque Carlos Salazar es como si no hubiera, cero control de bancas”, destacó.