Adrián Chinchilla, árbitro que pitó el partido entre el Municipal Pérez Zeledón y Liga Deportiva Alajuelense la noche de este sábado, cometió un error al aplicar el protocolo contra el racismo.
Resulta que en el duelo que ganaron los manudos 1-0, Joel Campbell salió de cambio al minuto 70 y antes de abandonar la cancha, denunció que varios aficionados le gritaron insultos racistas y de una vez Chinchilla activó el protocolo, que inicia deteniendo el partido. Hasta ahí, todo bien.
Sin embargo, el juego se detuvo un periodo de 15 minutos, de manera innecesaria, mientras sacaban de la gradería al supuesto sujeto que habría gritado los improperios, porque ni él ni otras personas que fueron señaladas, querían salir.
Henry Bejarano, analista arbitral de La Teja, dice que la situación se tuvo que manejar distinta, apegada a lo que dice el reglamento, porque en ningún momento este solicita que el juego deba pararse hasta que saquen al responsable de los actos.
Veamos lo que dice el protocolo.
“Los árbitros, en caso de detectar un acto o manifestación violenta, discriminatoria y/o racista que consideren grave, procederán de inmediato a interrumpir el partido, hará saber al delegado y los organizadores del encuentro el motivo de la interrupción del encuentro.
“El organizador del encuentro gestionará de inmediato la comunicación de un mensaje a través del sistema audiovisual existente a los aficionados para que cesen de inmediato dichas manifestaciones y/o actos”, dice el reglamento.
O sea, que Chinchilla pudo frenar el juego, avisar al delegado para que se comunicara por los parlantes del estadio que en caso de que las ofensas continuaran, el partido se podía suspender.
Una vez cumplido ese paso, el partido se podía reanudar y no haberlo atrasado tanto tiempo, ni tampoco hasta que sacaran a alguien del estadio.
“Tiene razón, cuando se identifica a la o las personas que hicieron los insultos, el árbitro inmediatamente debió reanudar el partido, porque al central ya no le compete si a los involucrados los mantendrán en la gradería o los sacarán del estadio, de eso se encarga la organización del partido con los agentes de seguridad.
“Lo que dio para que se demorara tanto fue porque los insultos se dieron cuando se iba a realizar una sustitución en Alajuelense, con la salida de Joel Campbell, de ahí el cuarteto arbitral, el comisionado de Unafut y los jugadores se agarraron para no continuar el partido hasta que sacaran a los involucrados, ahí se actuó mal.
“Me parece que Adrián Chinchilla se demoró demasiado tiempo para reanudar el juego”, puntualizó Bejarano.
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Era de pocos minutos
Entonces le preguntamos a Bejarano en cuántos tiempo Chinchilla debió resolver el asunto y respondió que máximo cinco minutos, cómo sucedió en el partido entre la Asociación Deportiva Guanacasteca - Club Sport Cartaginés del sábado 23 de setiembre del 2023, por la fecha 12 del Apertura 2023.
Ese día Paulo César Wanchope denunció que desde la gradería de sombra le gritaban insultos racistas, el árbitro Benjamín Pineda aplicó el protocolo, los aficionados ayudaron a identificar al culpable, apenas se identificó, el partido se reanudó y minutos después a esa persona la sacaron del estadio.
“¿Se acuerda que en el partido de Guanacasteca ante Cartaginés sucedió lo mismo?, los aficionados ayudaron a identificar al culpable, el partido se reanudó a los cinco minutos y un instante después se vio al muchacho salir escoltado del estadio, porque el árbitro hizo lo que tenía que hacer: parar el partido, comunicárselo al comisario de Unafut y advertir por los parlantes del estadio”, recordó.
Espera mano dura
Bejarano espera que este hecho encienda las alarmas en la Comisión de Arbitraje para que sean más estrictos en erradicar estos casos a futuro, hasta dio varios bolados al respecto.
“Yo siendo presidente de la Comisión de Arbitraje les digo a los muchachos que a la primera apliquen el protocolo, pero si hay segunda vez de una suspendan el partido y todos para la casa. En el momento que no se endurezcan los controles y la disciplina en estas situaciones, las cosas no cambiarán y esto seguirá, como en España con Vinicius del Real Madrid, en los estadios que va le dicen de todo”, teme Bejarano.
Fuerte sanción
También revisamos el reglamento disciplinario de la Unafut para conocer la sanción que podría tener el Municipal Pérez Zeledón por el hecho y le podría salir caro, ya que según el artículo 47, se le podría castigar con un monto de ₡525.000 si es la primera vez que ocurre.
Según pudo conocer La Teja, este lunes la directiva de los Guerreros del Sur se reunirá para analizar si deben cambiar los procedimientos ante estos casos, para que no se vuelvan a repetir.