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Un partido que parecía tranquilo, en el que Puntarenas y Guanacasteca empataban a uno, se llenó de polémica en el tiempo de reposición por una extraña decisión del árbitro Josué Ugalde.
A los 93 minutos, un jugador chuchequero cayó en el área pampera y tenía al frente a Nicolás Olivero, con quien chocó al tratar de levantarse, en una acción que parecía sin mayor problema y por la que no se pitó nada.
Luego de unos unos momentos de duda, Ugalde mandó a parar la jugada y sancionó penal, pues desde el VAR le hicieron esa indicación, lo que dejó a todos sorprendidos en el estadio Chorotega, pues no se veía por donde cabía allí una falta y, de feria, le mostró la roja al nicoyano por una supuesta agresión.
Después, el mismo VAR mandó a llamar a Josué y se desdijo de lo que, originalmente, le había indicado. Entonces, el silbatero fue a revisar la jugada en el monitor a un lado de la cancha y decidió anular la acción; a pesar de eso, mantuvo la roja al pampero. Rarísimo, sostener la sanción por una acción que ya no contaba.
Con la nueva decisión, la gente del Puerto se le fue encima a reclamar, por lo que el réferi expulsó a Daniel Quirós, con lo que un partido que había sido pulseado por los dos equipos, especialmente durante el segundo tiempo, terminó de la peor forma.
Para Henry Bejarano, analista arbitral de La Teja, lo sucedido es un desastre, algo que no tiene sentido desde pitar un penal en esas condiciones, y mantener una roja por algo que ya no cuenta.
“Esto es absurdo, es un ridículo, el árbitro no tuvo personalidad y se le fue el partido de las manos, en el VAR mandaron a decir cualquier cosa, ¿A quiénes están mandando Jeffry Solís a arbitrar en este torneo?”, se preguntó.
Lejos de la polémica, si nos centramos en el fútbol, el equipo de César Alpizar tuvo un primer tiempo muy aceptable, en el que se adelantó en el marcador y llevó la iniciativa de las acciones.
Sí les queda un sinsabor que estuvo para más, pues la etapa inicial fue para que los chuchequeros salieron con una ventaja de dos o tres goles, pues tenían a la ADG totalmente sometida a su juego.
Porque a ver, el Puerto tampoco es un equipo brillante, pero en estas primeras cinco fechas sí se le nota otro aire, otra actitud respecto del torneo anterior, el cual se palpa más allá de donde juegue, una condición absolutamente necesaria para un cuadro que está peleando un descenso.
La manera cómo abrió el marcador fue una muy buena jugada en la que presionando la media cancha recuperó la pecosa, esta le quedó a Berny Segura, quien le filtró una buena bola a Anthony Hernández. El delantero porteño se fue en un mano a mano con el arquero Jairo Mejía, a quien dribló y anotó con el marco vacío apenas a los cinco minutos,
Al frente estaba una ADG que en el Clausura 2025 no las ha tenido todas consigo, ya que en lo colectivo le ha costado un poco y que desde que triunfó en la primera jornada ante Liberia, suma cuatro partidos sin ganar.
Como lo dijimos, la mejor noticia que tuvo es acabar el primer tiempo perdiendo apenas por uno. Para el complemento, en su casa, con la exigencia de su afición se pellizcó un poquito más lo que le alcanzó para equilibar un tanto el juego.
El Puerto no dejó de tener sus opciones, pero ahora tenía un rival que le respondía y fue así como en un tiro libre igualó el marcador en una jugada desafortunada para Leonel Moreira, tal vez la más fea desde que llegó al Puerto.
José Pablo Córdoba pegó un tiro libre en las afueras del área, a los 66 minutos, la chocobola pasó la barrera hacia el palo donde estaba Osito, pero le pelota le picó justo antes de llegar a él, detalle que cambió la trayectoria del esférico e hizo que el manotazo al balón no lograr desviarla.
Al final se fueron tablas, los chuchequeros pellizcan más puntos, tras cuatro juegos sigue invictos con dos victorias y dos empates, lo cual hace reconocer el esfuerzo de un cuadro que busca atracar en buen puerto.
