“De donde vengo y por todo lo que he pasado en la vida... necesito ganar y lo haré”, publicó el futbolista de Alajuelense Anderson Cardoso el 21 de agosto en su cuenta de Instagram, una declaración que a muchos dejó intrigados sobre los orígenes del jugador brasileño.
Para conocer la historia detrás de esa frase y otros detalles más, Canhoto, como le apodan desde los seis años, nos abrió el libro de su vida en una reveladora entrevista exclusiva con La Teja.
La afición manuda está muy feliz con él. El oriundo de Porto Alegre vino a Costa Rica con mucha hambre y ambición, en su mente está triunfar en el cuadro manudo no solo por su ambición deportiva, sino porque ese sería el vehículo para ayudar a darle una mejor vida a su familia en Brasil.
En apenas unos meses, el extremo de 27 años se identificó con el club y con su afición, su rendimiento lo ha acuerpado, en 13 partidos con la Liga suma cuatro goles y tres asistencias, una de ellas en el clásico del domingo anterior ante el Saprissa.
Ya habla muy bien al español, ¿a dónde aprendió?
Yo aprendí español acá en Costa Rica, cuando llegué no sabía mucho, la verdad muy poco, pero hablando con los compañeros, con las personas, he ido aprendiendo más y más bien me esfuerzo por ir aprendiendo más poquito a poco, esa es la idea.
¿De dónde sale el apodo de Canhoto?
Cuando era niño jugaba en un equipo que tenía como tres Anderson, pero yo siempre que le pegaba a la pelota lo hacía de zurda, entonces los entrenadores me empezaron a decir Canhoto porque en portugués significa zurdo, entonces solo me decían así, tanto mis compañeros como mis amigos y familia me empezaron a decir así, hasta hoy y me quedé así.
El liguista lo aceptó y se identificó con usted muy rápido, algo que ha sido claro es mutuo con solo ver sus redes redes sociales donde publica muchas cosas del club, ¿cómo ha visto ese detalle?
La afición es muy buena, muy linda, en el clásico pudimos ver cómo todos estaban allí, fue una fiesta muy linda para nosotros, estoy muy contento porque todo el día estoy recibiendo mensajes de apoyo. Me ha gustado la Liga como un todo, como equipo, estructura, afición, esas cosas hacen que uno se apasione por un club. Empecé a mirar la historia de la Liga y me gustó mucho, cada día estoy más contento con todo lo que está pasando.
¿Se esperaba que esa química con la afición se diera tan rápido?
La verdad es que cuando llegué a Costa Rica, escuché unas cosas que hablaban, que yo venía de la cuarta división y no sabía quién las estaba diciendo y no deseaba entrar en eso ni darles mente, yo llegué listo para trabajar y entrenar. Las cuatro semanas de pretemporada me di al máximo, entrené mucho, con mucha fuerza, hablé con mis compañeros sobre cómo era jugar acá y quería hacerlo lo mejor posible cuando pudiera, gracias a Dios todo salió muy bien, yo creo mucho en Él y sabía que trabajando iba a estar cada día mejor. Quiero mejorar aún más, sé que conociendo más Costa Rica todavía puedo dar más. Siento como si llevara más tiempo del que llevo.
¿Cómo es que dan con usted para venir a Costa Rica?
Yo estaba jugando con un equipo en Brasil, pero la verdad es que a donde estaba jugando era en Corea, tuve algunas lesiones, entonces volví a Brasil para poder retomar y ser cómo era antes de eso, allí hice cinco goles y cuatro asistencias como en 15 partidos y me empecé a sentir muy bien.
Allí es cuando llegaron y me hablaron de la posibilidad de venir a la Liga y empecé a revisar y explorar sobre el club, vi que era un equipo muy grande en Costa Rica. Esta ha sido mi vida, quería ir a un equipo con una afición grande, que tenga una presión, me gusta eso, todo jugador quiere jugar en un equipo así, con esta estructura, con un CAR, es algo que me ilusionó mucho.
Hace un tiempo publicó una historia qué decía “De donde vengo y por todo lo que he pasado en la vida... necesitó ganar y lo haré”. ¿De dónde viene Anderson, qué es todo eso que ha pasado en la vida por lo que necesita ganar?
Yo vengo de un lugar que no es una clase alta, es de clase baja, pero de personas muy amables y buenas, mi familia luchó mucho por las cosas, nunca fue nada fácil para nosotros, tuvimos una vida difícil. Mis padres y mi familia me apoyaron mucho para seguir en el fútbol.
Mi familia dejó de hacer muchas cosas para que yo pudiera jugar, para darme plata para entrenar y poder jugar. Muchas veces dejaron de comer para que yo pudiera hacer cosas.
Siempre cuando voy para un partido, en los entrenamientos, en las concentraciones yo pienso mucho en eso, que ahora yo tengo que correr por ellos, tengo que ver por ellos, porque ellos estaban ahí cuando más lo necesité. Yo sé que perder en el fútbol es algo que pasa, pero en mi mente siempre quiero ganar porque es la vía para poder ayudar a mi familia y cambiar la vida de ellos.
¿Qué son esos sacrificios que hizo su familia con usted?
Por ejemplo, yo juego fútbol desde niño, desde muy pequeño, mi padre dejó de trabajar en muchos lugares para que pudiera ir a los entrenamientos. No podía ir a a trabajar a veces porque yo entrenaba muy largo de mi casa y él me tenía que acompañar. Era muy difícil porque no teníamos las condiciones para los viajes o hacer algunas cosas.
Siempre alguna persona de mi familia me ayudaba para que no faltara, me decían que era importante. No teníamos una condición muy buena para dedicarme solo al fútbol, tenía siempre esa preocupación de cómo sería el futuro, yo quería cambiar la vida de mi familia y gracias a Dios ahora, poco a poco, estoy consiguiendo hacer eso.
Se identifica con ser un jugador con hambre, algo que el aficionado le exige mucho al futbolista, que tiene ambición y muchas ganas de triunfar...
Sí, yo tengo mucha hambre de triunfo, porque a ver, nuestra profesión de futbolista no es muy fácil, pero tampoco es muy difícil, tenemos dificultades cuando estamos lesionados, enfermos o largo de nuestras familias, esas cosas son muy difíciles, pero luego tenemos una vida buena.
Yo acá entreno, vengo para mi casa, voy a comer a buenos restaurantes, tenemos muchas cosas buenas y oportunidades que muchas personas no tienen, así como yo no las tenía tiempos atrás, me las tuve que ganar. Cuando yo entreno y estoy en la cancha pienso mucho en eso, hay alguna persona en algún lugar del mundo teniendo dificultades, cosas que no puede revertir, que no puede hacer nada para mejorar y yo estoy acá con salud, tengo el apoyo de mi familia, tengo esta hambre, pero también sé que somos beneficiados por jugar fútbol, estar en un equipo bueno, con condiciones buenas.
¿Lo que ha enfrentado en su pasado es lo que lo llevó a pensar así? A agradecer y reconocer eso.
Sí, exacto, mis amigos, mis compas de Brasil todos ellos tenían sueños de ser jugadores, yo sé lo difícil que es salir de Brasil para jugar en un equipo como la Liga, yo pude hacer, entonces estoy muy agradecido con Dios por eso, yo siempre le digo que gracias, es una cosa increíble.
Jugué con muchas personas desde pequeño que no son jugadores hoy, hacen otras cosas, se tienen que esforzar, por eso en la cancha pienso que muchas personas quisieron esto, que quisieran estar acá y yo que tengo esta oportunidad la tengo que aprovechar.