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Alajuelense triunfó 3-1 ante el Saprissa en el partido de ida de las semifinales del fútbol femenino para dar el habitual primer golpe en estas series ante sus archirrivales.
La mejenga en esta ocasión se jugó en el estadio Colleya Fonseca en Guadalupe, dado que la gramilla de la Cueva está en mantenimiento por lo que mandaron a las chicas a jugar en Goicoechea.
Los hechos muestran que no importan adonde se juegue, ya sea en Tibás, Alajuela, Guada o hasta en el Estadio Nacional, el resultado siempre termina a favor de las Leonas más allá de las formas.
A las moradas se les ha hecho toda una odisea pararle frente a las hexacampeonas, a quienes a ratos les han competido, pero les cuesta sostener partidos completos para dar el golpe en el momento justo.
Este jueves en el Colleya las locales incluso empezaron ganando con el tanto de Carolina Venegas, la inagotable capitana morada que es de las que más vive y respira lo que son los clásicos.
La jugada en la que se abrió el marcador fue a los 13 minutos, una bola que filtró a Alisha Lindo por la banda izquierda y cayó a la jupa de la capi con un cabezazo que picó antes de entrar, imposible para Noelia Bermúdez. Su noveno gol del torneo y un inicio de partido ideal para el Monstruo.
Las Leonas empezaron a apretar, a buscar el marco de Priscilla Tapia, a buscar el gol y con otro jupazo lo consiguió, este también pasó por una banda, la derecha, Ányela Mesén pivoteó, Rachel Chacón desvió y la pecosa le quedó a Sheika Scott que con tiró al segundo palo, mató. 1-1 al 33.
El apunte que hizo Luis Enrique Bolaños en la transmisión de TD Más tuvo toda la razón, la S no podía dejar que la Liga le tomara el control del partido sino ahí se las podía comer y fue tal cual lo que sucedió, apenas las Leonas tomaron el control, todo cambió.
La segunda parte fue toda manuda, el equipo que buscó el marco contrario, consiguió dos más, le anularon uno y hasta no le pitaron un penal clarísimo a favor por una mano.
Ányela Mesén puso el 2-1 al 53 con un tiro colocado a una esquina en una jugada en la que zaga morada apenas acató a ver cómo le movieron la bola en su área. Fue el gol 12 del torneo para la exjugadora de Palmares y Pococí, quien en las Leonas explotó como una gran atacante.
El 3-1 a los 83 pinta tal vez a sentencia en la serie cuando Kenya Rangel anotó de derecha en una jugada que aprovechó un pésimo rechazo de Chacón y después un desvío de Kyoka Koshijima que le cambió la pecosa a Priscilla Tapia. Apague y vámonos. Mamá gana adonde sea.
