Escuchar
Alajuelense triunfó 1-0 este miércoles en Pavas, ante un Sporting que aún con diez batalló y por algunos momentos asustó al León con darle otro golpe como el del domingo.
Tras un clásico agridulce y en la semana del amor y la amistad, los manudos tuvieron una mejenga muy lejos de ese espíritu, ante un rival que pegó duro y no tuvo contemplaciones.
El duelo en Pavas fue de poco brillo y fútbol, la cancha del estadio Ernesto Rohrmoser tampoco ayuda mucho, como tantas otras gramillas sintéticas.
El arbitraje tampoco colaboró al show, los locales pegaron todo lo que quisieron, dieron por aquí y por allá y José Daniel Montero se guardó las amarillas y las rojas de manera muy complaciente, sino hubiese sido por el VAR, no sacaba nada.
No es solo lo limitado que se mostró el Sporting, la Liga tampoco fue un derroche de virtudes; sin embargo, otra vez, como lo hizo en el clásico, la primera clara que le quedó la mandó a guardar.
Alajuelense abrió el marcador a los nueve minutos con el tanto de Aarón Suárez, un remate de zurda pegado al primer palo del marco de Adonis Pineda, que por más estirón no le llegó.
Súmele la asistencia a Jonathan Moya, que recibió la pecosa, la cuidó bien y se la sirvió al diez manudo para que definiera con un remate rastrero.
EL VAR fue protagonista en el juego, le hizo la chamba a Montero para evitar diversas tortas por aquí y por allá.
Y es que el empate de los albinegros estuvo cerca de llegar con un penal que sancionó el central a los 17 minutos, pero que no debió pitar.
Un centro de Gabriel Brown, por la derecha, llegó al punto de penal, donde Alexis Gamboa se barrió sobre Steven Cárdenas y el árbitro José Daniel Montero señaló el manchón blanco
La jugada fue revisada por un posible fuera de juego de Cárdenas, lo cual ratificaron en el VAR y por eso echó atrás el cobro de la pena máxima. La repetición muestra que estaba metido.
A los josefinos les costaba producir, pero tuvieron para meter algunos sustos con jugadas clarísimas, como una de Ariel Soto a los 36 minutos, era prácticamente un penal con barrera, le quedó en el puro punto y la mandó encima del horizontal.
El primer tiempo más bien terminó con otro tipo de preocupación, el fuerte golpe que sufrió Creichel Pérez, por el cual incluso fue a dar al hospital.
Yostin Salinas le dio un golpe por atrás, cabeza con cabeza, a Pérez, quien tuvo que salir en camilla con un cuello ortopédico por un duro golpe por el que habría quedado noqueado unos momentos, luego dichosamente recuperó la noción y habría salido consciente, aunque se fue al hospital para seguir el protocolo respectivo. Diego Campos entró en su lugar.
Los manudos exigían que expulsaran al lateral josefino. Alexandre Guimaraes reclamó tanto que hasta se fue expulsado. Después de varios minutos reclamando, jaló brincándose la barrera que divide la cancha de la gradería, demostrando que pese a tener 65 años, todavía la da para esos trotes.
“Presentó un trauma craneoencefálico con pérdida de conciencia al momento, ya había recuperado sus sentidos y será trasladado al hospital para realizarle los exámenes correspondientes”, informó la Liga sobre el estado de salud del jugador.
Yostin Salinas tuvo mucha suerte porque Montero sencillamente no quiso expulsarlo, luego de que en el segundo tiempo tuviera otra clara falta de amarilla, esta vez sobre Diego Campos.
Menos de cinco minutos después, Luis Marín, técnico de Sporting, nada tonto, sacó al defensor, a los 52 minutos, para evitar cualquier bronca y una inminente roja.
La que no pudo salvar fue la de Ariel Soto, quien tras revisar el VAR se fue por una patada cercana a la cara de Alberto Toril. Originalmente vio solo la amarilla, pero Montero fue llamado para revisarla y cambió su decisión por una roja que era clara y que ni siquiera reclamó el defensor central.
Curiosamente los mejores momentos de Sporting fueron con diez jugadores, hacia el final del partido metió al León atrás y amenazó con el empate. El manudo que no temió que podía suceder lo mismo que en la Cueva el domingo pasado, cuando los empataron al 96′, posiblemente esté mintiendo.
Al final, lo ganó la Liga, de la manera que fuera, esta vez tuvo la paz que tal vez el domingo el faltó.
