Escuchar
Alajuelense triunfó 2-1 ante un Santos que llegó a complicarle la vida al Estadio Nacional, pero Diego Campos le dio la vuelta a un juego que pintaba incómodo para los manudos.
Los leones se estrenaron en un partido que sirvió para aterrizar un poco en la realidad, la victoria del miércoles ante el Saprissa fue buena y merecida, pero tiene un camino larguísimo por delante.
Algunos salieron del clásico de Recopa pensando que ya Guima tiene la máquina aceitada con sus nuevos refuerzos que pintan bien, pero el cuadro aún está verde, aún necesita afinar muchos detalles.
La Liga sigue sin ser brillante ni encantar a primera vista, pero sería una exigencia demasiado alta pedirle eso a un equipo apenas en su segundo partido luego de la pretemporada y armando un equipo prácticamente nuevo. Hay que poner las cosas en contexto.
Lo cierto también es que Santos tuvo dos opciones claras a lo largo del partido y metió una. La primera que le quedó fue en una jugada que no pudo rechazarla la defensa eriza y el despiste les salió caro.
Jordan Smith hizo un largo saque de banda desde la derecha hacia el área, cuando la pecosa cayó, Raymond Salas no pudo pegarla bien, la bola quedó suelta, nadie la sacó y le quedó a Óscar Linton para abrir el marcador a los 33 minutos.
Fue una gran sorpresa en el Estadio Nacional, pues la Liga había llevado toda la iniciativa del juego aunque sin poder crear opciones muy claras. Iago Falque es el que lleva los tiempos de juego y Alberto Toril era la referencia en ofensiva, esa estaba clara.
Cuando el primer tiempo estaba por acabar y quedaba ese sinsabor para Alajuelense por lo que sucedía fue que apareció el héroe de la jornada rojinegra, Diego Campos.
Mientras que la mayoría le ponen mucha atención a los refuerzos erizos, el que está levantando la mano es Diego, el extremo erizo que arrancó como titular el torneo y pagó la confianza de Guima con un doblete este domingo y otro pepino que hizo ante el Monstruo en la Recopa. Tres goles en dos partidos.
Este domingo el primero lo hizo al pescar una bola que le quedó del lado izquierdo del área, siguió la jugada a pesar de que en la acción anterior hubo una mano clara que era penal. Si se quedaba reclamando, no hubiera estado atento para fusilar y poner el 1-1 al tercer minuto de reposición.
El torneo pasado muchos se quedaron con el clavo que la llegada del atacante que había hecho toda su carrera en el extranjero fue un refuerzo fallido, no tuvo mucha regularidad ni tampoco goles.
En apenas una mejenga, ya Diego igualó la cantidad de tantos del torneo pasado, cuando hizo solo dos, pero no son solo los goles, se ve como ese extremo que los erizos necesitan ante la salida de Carlos Mora a Rumania. Si sostiene este nivel, podría provocar que no se extrañe la ausencia de Morita.
Para el segundo tiempo, otra vez, tal como sucedió en el clásico, la Liga creció, se vio mejor, tuvo mejor pasabola y opciones a marco, hasta concretar una para triunfar.
Falque tuvo una que Bryan Morales rechazó de buena manera, el equipo entraba mucho por las bandas, se le ve una disposición importante en lo que es ofensiva, con el marco en la mente.
Antes que se quebrara el empate, los guapileños la tuvieron primero para hacer el segundo cuando Juan Villalobos se fue en un mano a mano con Leonel Moreira, pero al santista le faltó confianza y tiró un poco antes de entrar al área para que Leo Moreira se llevara la pecosa con facilidad. Tremendo susto al 60 para los rojinegros.
Poco tiempo después de eso, al 68, cayó el segundo de la Liga y Campos, otra vez de zurda, un remate que hizo cruzado, se metió en el palo largo de Morales para el 2-1 y llevar un poco de tranquilidad a las tiendas manudas.
Aún con mucho trabajo por delante, las victorias le darán confianza a un grupo que necesita bastante regularidad y muchos minutos.
