La afición de Alajuelense estalló este domingo, la derrota por 2-0 ante el Herediano en el primer partido de la gran final golpeó muy duro en el ánimo de la hinchada que desató su furia.
Este domingo por la noche, un grupo de aficionados salidos de control agarraron a patadas el portón del estadio Morera Soto para desatar su frustración y a manera de reclamo por lo sucedido, en un acto realmente reprochable.
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Según reporta una nota de La Nación, la Fuerza Pública llegó a poner orden y bajarle las revoluciones a los fanáticos, que además buscaban a los jugadores que llegaron al estadio a recoger sus carros y marcharse a sus casas.
En el momento de los hechos, aún algunos jugadores se encontraban en el estadio, al igual que sus vehículos, los reclamos iban para diversos jugadores, entre ellos el arquero Leonel Moreira.
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Lo sucedido es una alerta de lo que, lamentablemente, podría pasar a gran escala el próximo viernes si el León pierde el título como ahora es una alta posibilidad. El operativo de seguridad y policial debe ser muy intenso para evitar que pase a mucho más.