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Al Saprissa se le agotaron las excusas este martes, nunca más sus aficionados tendrá la autoridad suficiente para burlarse de lo que haga otro club tico a nivel internacional, ya que perder dos veces al hilo ante un equipo de Nicaragua es algo insólito para el fútbol costarricense.
Sí, Saprissa volvió a perder contra el Real Estelí, así que ya no hablen de accidentes, de chascos o de que es algo que pasa solo una vez en la vida, esta vez fue por 2-1 en un partido que en términos generales los nicaragüenses fueron superiores y merecieron, sin duda, la victoria, por lo que nadie puede afirmar lo contrario.
La derrota en esta ocasión también podría dejar un daño serio para los ticos, pues le quitaron a la S el primer lugar del grupo D, al llegar el Real a siete puntos y dejar a los morados con seis.
Debido a lo anterior, si el Estelí gana en la fecha final ante Guanacasteca en su visita a Liberia o Saprissa no le gana al Municipal de Guatemala en la Cueva, el grupo se lo llevarán los pinoleros.
Todas las pesadillas del Monstruo, de Vladimir Quesada, de los jugadores, de su afición se plasmaron apenas pusieron un pie en el estadio Independencia, donde es como si no se hubieran presentado.
Fuera de las chotas, los memes y todas las burlas que generan este tipo de resultados, Saprissa arrastra su imagen internacional de una manera terrible, dando razón a quienes dicen que apenas le alcanza para dominar en el país, pues apenas pasa las fronteras, se transforma en una caricatura.
Es que la pesadilla no era solo por perder, sino por ver lo que hizo el equipo en cancha, un rendimiento apenas para llorar, con jugadores que arrastraban las piernas, que les quedaba la cancha gigante, que estaban totalmente perdidos y la bola ni pasaba por ellos.
La narración de la cadena FOX en México lo dejó por los suelos con durísimos comentarios como que no se dio cuenta de que el partido ya empezó, que Vladi debería hacer los cinco cambios al medio tiempo y que el primer tiempo debió acabar por lo menos con 3-0 para los pinoleros. Lo peor, es que no estaban mintiendo.
Casos como el de Pablo Arboine que ni siquiera debió terminar el primer tiempo y salir expulsado por falta sobre Byron Bonilla.
Muy mal la pasó Arboine con Bonilla, quien se le escapó por el lado izquierdo, Pablo se le barrió a los tobillos y lo derribó en una falta clara que era de roja, pero tan solo le mostraron la tarjeta amarilla.
Además, Bonilla le metió un baile en el que no le veía una. Ojalá se haya encontrado una foto del pinolero en el camerino al medio tiempo para que se diera cuenta a quién tenía que marcar.
Al “Pai” como le decían a Byron en Costa Rica no lo paró nadie, los tuvo vueltos locos y apenas a los seis minutos les clavó el primer pepino con un tiro libre impecable al ángulo que por más vuelo de Esteban Alvarado jamás le alcanzó para impedir un cobro perfecto.
Eso fue una premonición de lo que se venía, ante el tristísimo Saprissa que salvó un par de tiros libres de Jefferson Brenes, uno de ellos al palo no inquietó y más bien sufrió cada que vez que el Tren del Norte se acercó al área.
No había cara en que persignarse, no hay un solo jugador que se escape del desastre del primer tiempo. También le pegaron balones en los postes y sacaron bolas que iban para adentro. Sapri hizo aguas.
Hacia el final del primer tiempo cayó el 2-0, esta vez Pablo, que realizó, probablemente, el peor partido en años con la S, no pudo despejar una bola que le quedó a Bonilla, quien ni lerdo ni perezoso la bajó de pecho y tiró de izquierda para anotar al palo largo y volver una locura al estadio Independencia.
Ni el rosario de cambios del segundo tiempo le sumó nada a Vladi, el equipo nunca se compuso y el descuento a los 93 con el gol de penal de Ariel Rodríguez apenas sirvió para maquillar un resultado que se quedó corto.
Es otro papelón, otra mancha a su historia, a Saprissa le salió su bestia en Nicaragua, no pueden ante el Estelí que otra vez les pintó la cara, con razón Vladimir Quesada no soporta ni escuchar el nombre.
