El buen momento que está pasando el fútbol femenino costarricense contrasta con lo que han vivido por años jugadotas como la portera del Herediano, Priscilla Tapia, quien vivió hasta un retiro de cuatro años porque el dinero no le alcanzaba.
Este 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y por eso le contamos la historia de esta luchadora.
A sus 28 años, esta porteña recuerda lo sufrido que fue ser parte de la Sele, UCEM Alajuela y Moravia viviendo en barrio Calle del Arreo (por la entrada del Boli) en Puntarenas, y sin ayuda económica.
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Eso sí, en el duro camino, la empresa de buses Empresarios Unidos de Puntarenas S.A. sí creyó en ella.
“Fue de mucha ayuda para mí, me brindaron ayuda del 2015 hasta finales del año pasado, siempre estaré muy agradecida con la empresa porque estuvieron ayudándome, eso fue una ayuda muy grande”, recordó.
Tapia tenía un tiquete de cortesía y entonces solo lo enseñaba y no le cobraban.
“Inicié en el cole (Liceo Chacarita), no sabía nada de ser portera y hubo un problema con la que atajaba en ese momento, entonces el profe de física, Christian Caravaca, habló conmigo y me probó, de ahí ya vine con lo de ser portera. Después pasé a segunda división y u-17 con el Municipal Puntarenas, de ahí pasamos a primera división, ya estando ahí pasé a UCEM Alajuela y selección nacional.
"Tuve un retiro de cuatro años en el 2010, después del Mundial de Alemania, un descanso de cuatro años”, recordó.
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“Volví a jugar, los entrenadores de Moravia fueron a un partido y yo jugaba con un equipo de Puntarenas (Asturias), no estaba en buenas condiciones porque tenía mucho tiempo de no jugar, tenía sobrepeso y no estaba en mi ritmo y aún así los entrenadores Paul Mayorga y Bernald Castillo vieron en mí algo y fue cuando vine a Moravia. Estuve una temporada y luego me cedieron a DIMAS Escazú tres años y regresé a Moravia, que ahora es Herediano”, agregó.
Ahora como ficha del Team hay más comodidades y por eso abrió una escuela de fútbol para niñas en su querido Puntarenas.
“La idea nació de mi persona, todo vino porque en Puntarenas notaba que no había nada para la juventud, nada de chicas, mi idea era hacer una academia de porteros, pero lo consulté con Christian, el que me hizo portera y que lo veo como un padre porque me ha apoyado mucho en mi carrera y vida, y le dimos rumbo”, explicó.
Entrenan cada sábado (8 a.m.) en la cancha de Chacarita y hay alrededor de 50 chicas de entre 7 y 17 años.
Priscilla dice que aunque ya son bastantes el cupo sigue abierto, pues no tiene corazón para cerrarle las puertas a ninguna chica que quiere ponerse los tacos.
“Fácil no ha sido, nosotros al día de hoy no hemos tenido como ayudas, sí nos han patrocinado, nos ayudan con uniformes en buen precio o pedimos uniformes y luego los pagamos. Tenemos a un fisioterapeuta, don Orlando, que a las chicas las atiende por un costo muy muy bajo, dándonos una gran calidad de atención, pero lo demás viene por rifas, ventas en los partidos y ayudas de los padres”, dijo la futbolista.
Tapia ahora está dando pasos de empresaria, en su barrio está a punto de abrir un bazar-librería.
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Sueño hecho realidad
El campeonato nacional femenino recién empieza y Priscilla ya lo está disfrutando.
“Yo estoy motivada, también regresé a la selección y esto con Herediano son sueños que como futbolista desde hace mucho tiempo anhelaba. Nosotras jugamos el primer partido en casa en el Eladio y ver público en el estadio, que no son conocidos ni son familia, le dice a uno que esto viene cambiando y una gradería estaba llena, cosa que no se veía antes”, dijo emocionada.
“Ya es más responsabilidad, tenés que cambiar el chip de que las cosas ya no son iguales, así que como querés que un grande como Herediano te apoye, tenés que dar rendimiento en la cancha, son cosas a las que no estábamos acostumbradas. Ahora tenemos que ver la realidad, que lo que viene es bueno, para las futuras generaciones viene cambiando para bien”, agregó.