Porto Alegre tiene mucho fútbol. Inter y Gremio ponen el ritmo en una ciudad con dos estadios de alto nivel como el Beira Río y el Arena do Gremio. El primero fue mundialista en 2014, el otro recibió este domingo la mejenga entre Argentina y Qatar por Copa América.
Pero, junto a esto, la ciudad de dos millones de habitantes tiene un lugar clave y tradicional para los futboleros: el Brecho do Futebol.
“Brecho” significa feria. Es un bar-café que tiene todo del deporte pasión de multitudes. Murales, revistas, libros, pelotas y mucho más.
En el segundo nivel del lugar hay un tanate de camisas, 6330. Todas retro de los años ochenta, noventa y ninguna “nueva”. La mayoría usadas.
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Las más baratas no valen menos de 100 reales (15.302 colones). Ahí muchos argentinos se trasladaron desde su tierra para ver el ascenso de Belgrano de Córdaba en el 2006. Y dos de Talleres, una de los noventa y otra de cuando jugaba en el Federal A.
De Instituto había una modelo Adidas, de los noventa. La Gloria además tiene el privilegio de ser el único club cordobés con un banderín en el lugar.
Carlos ‘Carlinhos’ Caloghero es el dueño de ‘Brechó do Futebol’.
"Comencé en 2002 a juntar unas pocas, comprándolas para luego revenderlas y así ganar algunos reales (la moneda oficial de Brasil), pero con el tiempo todo se descontroló", confiesa a AS.
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La función de la tienda es vender y/o intercambiar reliquias de todos los tiempos. Eso sí, hay algunos modelos que no están a la venta.
“Las camisetas de Pelé en el Santos jamás podría venderlas. De hecho, en general, me da pena vender las camisetas. Debe ser el único trabajo del mundo en el que te puede dar pena ganar dinero a cambio de vender algún producto”, dice.