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La confianza en la Sele y ver a Costa Rica enfrentando a Suiza, país en el que vive desde hace siete años, provocó que el tico Rogelio Albán se mandara valiente con una apuesta con su esposa.
Albán, que es de Tibás, se casó hace dos años con una suiza llamada Miriam y para meterle emoción al duelo del miércoles que viene acordaron que el nacido en el país que pierda deberá cocinar en la casa tres meses seguidos.
Al ver el rendimiento de la Tricolor, ya eliminada y lista para regresar, el tico está medio arrepentido de la apuesta.
"Creo que cuando hicimos la apuesta tenía más fe que ahora, ya estoy buscando libros y recetas a ver qué hago, porque además ese nunca ha sido mi fuerte", contó en vacilón.
Rogelio es uno de los aproximadamente 500 costarricenses que viven en Suiza, según las cifras que maneja nuestra embajada en aquel país.
El miércoles muchos ticos viajarán a la embajada para tirarse allí el partido en medio de una fiesta patria con gallo pinto, tortillas, picadillos, tamales y otros platos típicos.
Rogelio es optimista y cree que el partido contra Suiza será diferente a los dos primeros.
"Creo que el miércoles podemos ganar. Aunque no nos haya ido bien tenía bastantes esperanzas con la selección. Espero que al menos nos dé un triunfo, igual si gana Suiza también me dará gusto, aunque deba cocinar tanto...", destacó.
En el país europeo, Albán se dedica a la seguridad y tiene una academia de defensa personal que tiene bastante aceptación en la ciudad.
Amigos y paisanos juntos
Rogelio vio el partido contra Brasil junto a Miriam y unos amigos ticos que viven también en Laussane: Yulieth Peraza, de Santa Cruz de, Guanacaste y el esposo, Michael Martín, un español suizo, y Alberto Sánchez, otro tico que vive allá.
Nos contó en compatriota que el fútbol fue la herramienta para dar a conocer un poco más a Costa Rica en suelo suizo porque antes de Brasil 2014 la información que se tenía era muy poca. De hecho, dice que confunden mucho a nuestro país con Puerto Rico.
"El tico es muy bien visto acá, nos tienen un muy buen concepto. Es curioso, cuando uno dice que es latino siempre te preguntan de inmediato que de dónde y si uno dice Costa Rica el semblante les cambia por completo", explicó.
Otra curiosidad es que después del Mundial del 2014, en una discoteca de la ciudad lanzaron una noche que se llama "pura vida", cuya temática son los bailes latinos y se volvió un pegue.
Por una prima que vivía en Suiza fue que Albán se decidió irse y ahora, aunque lleva a Costa Rica en el corazón y viene de vacaciones, no cambia su vida en aquellas tierras.
"Acá hay mucho apoyo, es un país muy tranquilo, seguro, uno vive bien económicamente y tiene más facilidades, me vine y ahora acá tengo mi vida", detalló.
Por ejemplo, en Suiza una mujer no teme andar sola en la calle en la noche o en la madrugada. Claro, como en cualquier lugar puede pasar algo, pero no se camina con temor.
Son futboleros
Los buenos momentos no los vive Rogelio solo. Su amiga Yulieth, con quien también conversamos, ya tiene a Suiza también en el corazón, aunque jamás se olvida de Guana ni del fútbol nacional, porque antes de dejar Tiquicia, hace doce años, era bien fiebre.
"El suizo es muy apasionado con su selección, los partidos son una fiesta cuando juega, en eso es parecido a Costa Rica. La acción se concentra más en eso porque el campeonato no es muy fuerte y no genera tanto interés", explicó la compatriota.
Este viernes por la noche por ejemplo, muchos se tiraron a la calle a pitar y celebrar el triunfo contra Serbia que los tiene en la pelea con cuatro puntos; un triunfo ante Costa Rica los mete en la otra ronda y eso le pone picante al partido.
A su lado, Michael, explicó que eso sí, ellos no son tan expresivos en las celebraciones.
Yulieth, quien es profesional de estética en Suiza, es también una gran cocinera, a su familia suiza ya los enamoró de los tamales como a muchos amigos y tal vez en ella se pueda apoyar Rogelio para la cocinada que le tocará por culpa de la Sele.
