Luis Corrales, un josefino de 39 años quien lleva 22 viviendo en Wellington, Nueva Zelanda, dice que el ambiente allá de cara al repechaje ante Costa Rica es frío, muy diferente al que se vive en Tiquicia.
Corrales llegó a los 18 años a jugar fútbol y estuvo en varios equipos de la primera división, incluso, llegó a jugar dos mundiales de clubes y se quedó allá a hacer vida. Se casó con una neozelandesa y tiene un hijo con las dos nacionalidades y dos perros.
La Teja lo contactó para ver cómo se percibe el juego ante los ticos y realmente, es una situación muy diferente, empezando por la hora, mientras en Costa Rica será a la hora de almuerzo (mediodía) en Nueva Zelanda serán las 6 de la mañana, del miércoles 15 de junio.
-¿Dé dónde es usted en Costa Rica?
Soy de San Francisco de Dos Ríos, por la iglesia y vivo ahora en Wellington, capital de Nueva Zelanda.
-¿Hace cuánto está allá y a qué fue?
En febrero serán 18 años, vine a jugar fútbol, estuve con el Stop Out y luego pasé a jugar en la liga nacional con Wellington, con Auckland City y fui a dos mundiales de clubes consecutivos, en el 2011 y 2012.
- ¿A qué se dedica ahora?
Tengo un proyecto que lo llevamos a guarderías y escuelas de deporte y movimiento, le ayudamos a los niños. También tengo una escuela de fútbol y soy como el entrenador principal de dos academias de fútbol en escuelas privadas académicas.
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- ¿Con quién vive allá?
Con mi esposa, mi hijo, Gio, y dos perros. Ella es neozelandesa. Él tiene nueve años y le encanta el fútbol, es nacido acá, pero obviamente puede escoger si juega con Costa Rica o Nueva Zelanda si se le da la oportunidad. Su sueño es jugar profesionalmente e integrar la Sele de Costa Rica.
- ¿Qué ambiente hay allá con respecto al partido?
La verdad se vive diferente a lo que viven los latinos, es un deporte maś, la gente no se desvive, en las noticias anuncian que Nueva Zelanda tiene un rival difícil. Eso sí, en todo lo que es la comunidad del fútbol en la cual estoy involucrado, la gente tiene más algarabía y esperan a que llegue el encuentro. Es a las seis y se reunirán para ver el partido, yo he recibido invitaciones, pero como que se vea gente en las calles no, ni carros con banderas, ni euforia.
- ¿Hay lugares donde se puede ir a ver el partido, pese a que es a las 6 a.m.?
Hay lugares que están dispuestos a poner el partido más como un desayuno que como una comida con alguna cerveza y es miércoles acá. Se ve el partido y todo el mundo a trabajar, porque la gente tiene prioridades y el fútbol no es una prioridad.
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- ¿Lo pasan por televisión nacional?
Sí, desde las cinco de la mañana transmiten un previo.
- ¿Hay programas deportivos que hablan del partido, las noticias, periódicos?
En las noticias pasan lo que es a nivel internacional, que gana Rafael Nadal, que esto y lo otro, como un resumen. Programas deportivos de fútbol, como allá, no existen. Los lunes se hacen resúmenes y se habla de fútbol y de jugadores.
- ¿Hay expectativa?
Hay que partir de que en Nueva Zelanda el fútbol no es el deporte número uno, viene creciendo en los últimos años, pero la gente está dividida en otros deportes, hockey y cricket especialmente.
Lo que sí va a haber es un grupo de ticos en Wellington que se van a reunir en un bar y a tomar un desayuno para ver el partido. Yo no puedo ir, lo veo desde la casa y luego tengo que ir a trabajar.
- ¿Qué dicen del amplio favoritismo que la prensa internacional le da a Costa Rica?
La gente de futbol tiene expectativa por lo que hace Nueva Zelanda, les ha sorprendido y si bien es cierto saben que es difícil, ven a Costa Rica más accesible que los anteriores repechajes que era contra rivales sudamericanos. En algunas entrevistas al técnico Danny Hay ha dicho que Costa Rica no viene jugando de la mejor manera, que cerró bien la eliminatoria e hizo un buen trabajo, pero sin lucir un fútbol atractivo. Se siente con confianza de hacer algo. Además, siente que es más factible un solo partido de noventa minutos que una serie a ida y vuelta.