El tenista costarricense José Pablo Gil no pone excusas pese a tener un solo pulmón y utilizar una silla de ruedas para practicar este deporte, pues se entrena a doble sesión en la cochera de su casa.
El objetivo de Gil es clasificarse a los Juegos Paralímpicos de Tokio que están agendados para agosto y setiembre de este año, aunque no se sabe si se efectuarán o cancelarán por la pandemia del coronavirus.
A pesar de esto, el tenista no baja la guardia y se prepara con normalidad en su casa en San Joaquín de Flores bajo la supervisión de su tata, don Alejandro Gil, quien también es su entrenador.
La opción de entrenarse en casa es una medida que también están aplicando en el país otros deportistas, como jugadores de fútbol y boxeadores.
“Hice un espacio acá para trabajar un poco de movilidad en mi silla de ruedas y también trabajar mucho lo que es la parte abdominal y la lumbar. Como no puedo salir a entrenar a una cancha de tenis, sigo con otro tipo de trabajos, eso sí, es un poco limitado, pero entiendo que primero está la salud", explicó.
El atleta de alto nivel sufrió, en agosto del 2016, un accidente de tránsito en el que perdió la movilidad del tórax hacia abajo, además de un pulmón.
Este último factor lo convierte en una persona en riesgo extremo en caso de contraer el coronavirus, ya que afecta principalmente a las personas con problemas respiratorios, diabéticos, hipertensos y enfermos de cáncer.
“Por mi accidente soy de la población en riesgo, solo tengo un pulmón, entonces he tenido cuidado y además que venía de unos torneos que cancelaron, así qué estoy haciendo la cuarentena y siguiendo todas las órdenes”, aseguró.
Cuando no está entrenando le gusta leer, pasar tiempo con su familia y jugar con sus dos perros, Jagger que es un bulldog y Drako que es un terrier, lo importante es no salir de la casa.
Actualmente Gil ocupa el puesto 54 del ranking mundial de tenis en silla de ruedas.