Haber perdido la vista a los dos años nunca fue obstáculo para Henry Martínez Hernández (22 años), quien estudia dos carreras en la Universidad de Costa Rica (UCR) y se convirtió en el primer surfista ciego de la historia.
Con solo describir qué es lo que hace en su vida Henry, ya le da a uno un yeyo: está en el equipo nacional de surf adaptado, estudia biología y antropología en la UCR, le encanta el senderismo; también le gusta poner redes para murciélagos y trampas para marsupiales (zorros pelones y hasta mapaches) junto a los compas de la universidad, para estudiar los animalitos y después liberarlos. Viaja en tren, en bus y a pie, sin ninguna ayuda.
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Además, es amante de los idiomas, el arte y del trabajo en equipo.
¿Algo más? ¡Claro! El pasado sábado 21 de abril fue expositor de lujo en el TEDex Joven Pura Vida, que se realizó en el Parque Viva, en donde le explicó a un gran grupo de jóvenes que la vida es para superar los retos, aunque sea sin poder ver.
Por una enfermedad degenerativa este guerrero perdió la vista a sus dos años: sin embargo, nada lo detiene, ya se convirtió en el primer campeón del Circuito de Surf Integrado (que se realizó el 11 de marzo en las playas de Manuel Antonio, Quepos) y lo hizo con una tabla prestada, demostrando, una vez más, que no hay tu tía cuando se tienen sueños y objetivos bien establecidos en la vida.
Su amor por el surf es de toda la vida, de hecho, le decía a sus papás cuando estaba pequeñito que quería ser surfista, pero ellos le decían que era imposible, porque es una persona ciega. Le hizo caso a sus tatas, pero siempre el gusanillo de las olas y la tabla, lo picaban por las noches, por eso, hace casi año y medio, cuando tuvo la oportunidad, la aprovechó y demostró que lo suyo y el surf es amor eterno.
“Competir es cumplir un sueño, siempre quise practicar este deporte. En mi caso el asunto es diferente a personas que perdieron la vista siendo adultas, porque tienen referencias, yo no, tengo que usar el máximo de mis instintos para lograr dominar las olas… es algo que me encanta”, explica este vecino de Tres Ríos que todos los sábados, para poder entrenar, viaja en tren, en taxi y en bus, para ir a Jacó y cabalgar sobre el oleaje.
Ser el primer costarricense que representó al país en La Jolla, California, en noviembre del 2017, en el Mundial de Surf Adaptado, es una de las grandes alegrías que el deporte le ha dado a este luchador.
“Fue un tremendo honor para mí llevar en el pecho la bandera de mi país, la gente me ha tratado muy bien, no me esperaba tanto apoyo. El surf adaptado no es simplemente que personas con alguna discapacidad se suban a una tabla en el mar, creo que va más dirigido a dar un mensaje, a decir que todo en la vida es posible, que el trabajo en equipo nos lleva lejos, porque al final el grupo de surfistas gana y el deporte en general. Es muy lindo que te cuelguen una medalla en el pecho”, afirmó Martínez.
Por estos días la vida de Henry está entre la UCR, las olas y su amor por servirle a los demás, porque es un activista del servicio al prójimo. Él espera que más ticos con alguna discapacidad le metan duro al surf, para que la competencia crezca en cantidad y calidad.