Lo que antes paralizaba al país, ahora apenas dura unas horas en la conversación digital. El clásico nacional entre Saprissa y Alajuelense, jugado el domingo pasado en Tibás, generó solo 889 menciones en redes sociales y su impacto se esfumó rápido.
Según un análisis de la agencia Shift Porter Novelli, el pico de interacciones se dio entre las 2 y las 4 de la tarde, justo cuando terminaba el partido. Para las 6 p.m., ya nadie hablaba del clásico.
Mientras tanto, el Super Bowl llegó y goleó.
El mismo domingo, pero por la noche, el show de medio tiempo con Kendrick Lamar generó más de 4.000 menciones en redes sociales, gracias a su presentación y su famosa rivalidad con Drake.
El espectáculo de la NFL arrastró a 133,5 millones de espectadores en el mundo, superando incluso el récord de Michael Jackson en 1993.
¿Qué locura?
Rodrigo Castro, gerente de Shift Porter Novelli para Latinoamérica, lo tiene claro:
“Los eventos deportivos necesitan elementos de entretenimiento y narrativas atractivas para sostener el engagement del público. No se trata solo del juego en la cancha, sino de lo que sucede alrededor”, explicó.
La falta de emoción y show en el fútbol nacional también se refleja en los datos.
Según una encuesta de la Escuela de Administración de Negocios de Universidad de Costa Rica, solo el 39% de la gente en la GAM sigue el fútbol tico, y la caída es constante. Peor aún: el 70% de los jóvenes entre 18 y 25 años ya no tienen equipo favorito.
El campepnato nacional de fútbol, solo atrae al 42 por ciento de la población del GAM.
Así es que, aunque ya se ha dicho y se ha insistido en el tema, las autoridades deben tomar medidas, sino, en unos años, en vez de cantar goles, vamos a cantar touchdowns.