El domingo el delantero erizo Róger Rojas finalmente se sacó el clavo con Saprissa y ganó un clásico por primera vez y después de la mejenga un premio lo esperaba en su casa, una sopita de mondongo hecha por su suegra Noemy de Bonilla.
Los papás de Alejandra, la esposa del Ro-Ro, están de visita en el país y lo fueron a ver ante los morados a la Catedral del fútbol, los señores esperaron en la gramilla del Morera Soto mientras su yerno terminaba de alistarse para irse a la casa a degustar el manjar, que es de los platillos favoritos del catracho.
Como hace un buen rato no se veían, la suegra aprovechó para consentir a un hombre que afirma ser muy especial con su hija, por lo que siempre que puede le dan algún chineo.
“Tenemos que consentirlo un ratito aprovechando la visita, fíjese que a Róger le gusta mucho la sopa de mondongo, es un platillo que le encanta, ya tiene lista su sopa para cuando nos veamos y nos vayamos a su casita, se prepara con mucho cariño”, destacó doña Noemy.
Parte del arte en una sopa de mondongo es tomarse el tiempo necesario para cocinarla correctamente y quede en su punto, se necesita rato para eso porque sino puede quedar como una chancleta, receta similar a la que a seguido Rojas con la recuperación de la lesión que lo alejó de las canchas desde la jornada dos.
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Tener lejos a su nieto Róger júnior ha sido difícil para los abuelos que viven en Tegucigalpa y se marcharán el próximo sábado; sin embargo es un sacrificio que comprenden y apoyan.
“Cuando uno se siente bien en un lugar rinde, desde que la Liga fue a jugar allá (ante Olimpia en Honduras), Róger nos dijo que quería venir a este club y bendito sea Dios se le dio la oportunidad, él ya tenía esto en su mente, eso lo ha ayudado mucho para se sienta bien”, destacó la suegra.
El catracho volvió a las canchas en la fecha seis ante el Santos, cuando ingresó a los 73 minutos, en el clásico fue la primera vez que se presentó ante su afición desde la temporada anterior y esta vez con sus suegros en las gradas, por lo que fue un momento muy especial.
“Él está super contento y si de él dependiera seguir viviendo acá lo hace con todo el gusto, nos ha dicho excelentes cosas de Costa Rica y de la vida en este país. Vivimos nuestro primer clásico acá y la verdad es que el ambiente fue espectacular”, dijo por su parte don Héctor
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Antes que Ro-Ro entrará a la cancha contra los morados a los 65 minutos, en lugar de Allen Guevara, la afición manuda coreaba el nombre del atacante pidiendo su ingreso, lo que hizo a los señores tener una sensación que habían experimentado en pocos lugares.
“Miré, se me enchina la piel de ver el cariño que le tiene la afición a Róger y como lo corea, es algo muy lindo ver que lo quieren tanto, eso nos hace sentirnos comprometidos, esta camiseta no nos la ponemos solo porque sí, sino que la vestimos con orgullo”, indicó el suegro.
Ante el Monstruo Ro-Ro mostró sus características de siempre, mucho empuje, ganas y esfuerzo, las corrió todas y en muchas ocasiones era un defensa más, lo que además de mostrar que está 100% recuperado, arrancó los aplausos de la afición.
La sopa de mondongo de doña Noemy puede ser uno de los secretos de Ro-Ro, una sopita que levanta con mil voltios al delantero y que podría mandarlo inyectado al Carlos Ugalde en busca de su primer gol del torneo ante San Carlos, con suerte tendrá otro manjar esperándolo.