La futbolista Shirley Cruz regresó al país a poner orden dentro y fuera de la cancha.
Este viernes debutará en el fútbol nacional con la Liga-Codea, cuando enfrenten en el estadio Alejandro Morera Soto a Dimas Escazú (8 p. m.).
Pero Cruz quiere la victoria en un estadio donde siempre soñó jugar y donde vio a Wílmer López hacerse grande.
Así como también desea que la afición rojinegra llegue y le quiten el récord de asistencia que tiene actualmente Saprissa con 4.800 aficionados, conseguido en el juego contra Moravia, el pasado 12 de abril en el estadio Ricardo Saprissa.
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¿Cómo ha sido su reencuentro con el país después de vivir fuera 13 años?
Ha sido bastante complicado y que no se malinterprete, estuve doce años en Francia, entonces hay algunas cosillas que uno cambia, me fui estructurando de otra forma, porque el tico lo deja todo a última hora, o siempre llega tarde.
Yo llegaba a los entrenamientos faltando media hora, que era lo acostumbrado, pero estas cabronas (ticas) llegan a la hora en punto. Igual las presas, para mi ha sido lo más complicado porque hay que sacar tiempo y contar la presa, el waze me dijo que de Tres Ríos al estadio (Catedral) duraba hora y media y duré tres horas.
Pero la parte bonita es que estoy en la universidad y viviendo la vida que siempre he querido, una vida normal, que es más que jugar en el país y darle el privilegio a mis papás de que me vean jugando en el país.
¿Qué está estudiando?
Estoy en la Universidad Santa Paula, estoy estudiando terapia física, ya prácticamente estoy terminando el bachillerato, la cosa se complica un poco más en horarios, pero he acomodado todo y estoy disfrutando este momento, me estoy amoldando al tema de la U y los entrenamientos.
¿Puede Shirley Cruz hacer una vida normal? Puedo imaginarme la sensación de los compañeros cuando llegó a clases, por ejemplo.
(Risas) Traté de llegar lo más discreta posible, porque hay cosas que el cuerpo no esconde, di, obviamente la gente lo reconoce a uno y sabe, pero ya siendo compañeros, es un poco diferente. La gente cree de uno lo que ha visto en el fútbol, entonces a veces la gente piensa que como nos catalogan, que solo eso sabemos (jugar fútbol), es ir cambiando ese estereotipo, que cuando uno es profesional, se imposibilita.
Ahora que se me da la oportunidad de hacer las dos cosas, estoy feliz porque estoy planeando mi futuro después de parar de jugar fútbol.
¿No alcanza el fútbol femenino para hacer una carrera como la suya y venir a tirársela rico?
Yo tengo mis ahorros, la verdad que sí, pero fuera de esa parte económica, la parte de vida es lo primordial, entonces quería llevar una vida normal, porque cuando uno es futbolista de alto nivel uno está como en otra vida, ahora ver la realidad de mis compañeros de la U, que pasan necesidades o los sacrificios que hacen para costearse la carrera, pues me siento privilegiada.
Hay compañeras que entrenan, trabajan y van a la U, uno tiene que ser consciente y valorar la bendición que uno tuvo.
Usted marcó historia como jugadora, ¿quiere también marcar la historia ahora del fútbol femenino tico?
Este tiempo que he estado aquí en el país me he dado cuenta que hay muchas cosas que se han mejorado, pero hay otras en las que nos hemos quedado, a nivel adminsitrativo hay muchas cosas que podemos mejorar y creo que ya es hora de ir organizándose mejor.
Por ejemplo, yo sé cómo se puede manejar un campeonato, mis compañeras también tienen ideas buenas, pero necesitamos que nos escuchen, que se acerquen y nos digan qué piensan, porque al final para que se siga creciendo y desarrollándose más va a haber un intercambio de ideas, ya es hora de que la gente se acerque y no para estar cumpliendo una función más.
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¿Se siente una voz autorizada para guiar estos cambios?
No sé si autorizada, pero experiencia sí la tengo y por ejemplo, siempre voy en pro de la jugadora, si hoy en día hay equipos que quieren tomar la parte femenina, es porque hay nivel, para eso se necesita estructura, por eso es importante que los equipos masculinos nos den esa estructura, para nosotras ir creciendo a nivel profesional.
Por ejemplo, tener una cancha donde entrenar, un gimnasio y todo cerca. No es posible que a veces le toque a uno ir a un terapeuta a un lado, después ir a entrenar a otro lado, ahora con las presas, la idea es tener todo eso junto. La idea es que se profesionalice.
Ahora los más importante es que todas las jugadoras tengan pólizas, hay jugadoras que si se lesionan tienen que ver qué hacen, se hacen rifas o no sé ni cómo hacen.
¿Esa es su primera lucha?
Esa es, nosotras prácticamente que hacemos esto por pasión y tras de eso se lesionan y no tienen nada a cambio, creo que hay un mínimo y ese mínimo lo tiene que exigir la liga femenina, que existan pólizas en caso de que pase algo.
¿Le sorprendió que le ofrecieran a usted aquí un contrato profesional?
La verdad es que sí me sorprendí, mi pleito fue más que todo la parte médica, porque sé lo que sufren mis compañeras cuando tienen alguna lesión y la verdad es que sí me sorprendió, no me lo esperaba y ya alguien tomó la batuta, ojalá que no sea solo él (Fernando Ocampo) sino que en los otros equipos lo hagan porque es un mínimo respeto.
¿Entonces ya todas sus compañeras tienen pólizas?
En eso están, porque están entre Codea y la Liga, que lleva un periodo de transición y nosotras somos conscientes, la idea es en esa parte ir avanzando. La otra parte es utilizar el CAR y poder jugar en canchas buenas, porque eso es genial, para mí eso fue lo primordial, la parte médica, porque uno necesita comodidad.
Con el campeonato así, con estos juegos tan seguidos, hace que las jugadoras se lesionen más y no tengan tan buena recuperación.
O sea, ¿su contrato beneficia a sus compañeras?
(Risas) La idea es no solo yo, esto es para todas. Yo llevé palo, pero fue para ir abriendo espacio para mis compañeras, si voy y dejo una mala imagen, no van a querer que otras vayan, y siempre he sido así. Estamos en la lucha.
¿Por qué cuando llega a China toma la decisión de regresar a casa?
Es que hasta las señas son diferentes, la parte médica fue la que me hizo cambiar de opinión, porque no estaba acostumbrada a la forma de tratamiento de ellos, perdí mucho peso y a nivel de juego también.
¿Pero ya quiere hasta quitarle el récord a Saprissa en asistencia?
(Risas) Para eso vengo a la Liga, no vengo solo por mi nombre, vengo porque quiero ganar títulos también, la idea es irle dando a la Liga el primer título femenino, ahora que los hombres también van encaminados a la treinta, vamos por buen camino, queremos ir formando nuestra propia historia.
La idea es ir poniendo orden y este equipo se va a tener que respetar.