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Un día después que Sherman Guity tuvo un grave accidente de tránsito por el que perdió parte de su pierna izquierda, hizo una promesa desde la cama de un hospital la cual cumplió este lunes.
Aún muy dolido física y anímicamente por las secuelas del choque por el que lo tuvieron que amputar, sacó fuerzas para decir que su sueño de ser el mejor atleta seguiría vivo e hizo una promesa al país.
Habían pasado apenas unas horas desde que su vida cambió por completo cuando el hombre ya estaba pensando en levantarse y con la ayuda de una prótesis volvería a las pistas.
En su cara, en sus ojos, aún obviamente se veía un dolor muy grande, su caso estremeció al país por lo prometedora que era su carrera en las pistas, pero en un corto mensaje dijo las palabras que hoy tienen sorprendidos a muchos.
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“Muchas gracias a todos por el apoyo que me han dado, voy a hacer todo lo posible para volver a la pista. Prometo que seré el mejor atleta paralímpico de Costa Rica, volveré a correr con una prótesis, también podré correr todos los eventos que pueda, pues tendré la oportunidad de seguir compitiendo”, dijo el 26 de agosto del 2017 en declaraciones difundidas por el departamento de prensa del equipo de atletismo Dos Pinos con quien corría en ese entonces.
Esas palabras hoy sorprenden a muchos sobre cómo Sherman cumplió su promesa tras coronarse campeón en los 100 metros lisos en los Juegos Paralímpicos París 2024, adonde además estableció un nuevo récord paralímpico al parar el cronómetro en los 10.65 segundos.
Claro, pasar de las palabras a los hechos no fue un camino fácil, tomó siete años en el que pasó por muchas adversidades en la que su voluntad fue puesta a prueba muchas veces.
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La manera como a Sherman le cortaron la pierna le fue muy favorable para instalarle la prótesis, con la cual pasó todo un proceso para adaptarse y fue hasta ocho meses después del accidente, en marzo del 2018 que pudo volver a la pista.
Las pruebas fueron muy satisfactorias y poco a poco pudo ir retomando su sueño, pero como lo apuntábamos, hubo otras piedras en el camino como la del 2019 cuando estaba listo para sus primera gran prueba, los Juegos Parapanamericanos de Lima, Perú, dio positivo adverso por clostebol, una sustancia que se aplicó para curarse un piercing y que al final le costó una sanción de dos años.
La pandemia le jugó a favor en esa ocasión, pues se atrasaran las olimpiadas un año lo que le permitió competir en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021, donde a pesar del parón demostró de que estaba hecho, ganó dos medallas, una de oro en los 200 metros y otra de plata en los 100, misma prueba en la que hoy ya es rey.
