Serge Gnabry será una de las piezas clave del equipo bávaro en el “Klassiker” del sábado (10:30 a.m hora tica) ante el Borussia Dortmund en la Bundesliga.
A sus 23 años, en seis meses ha logrado cubrir el hueco de Arjen Robben en el Bayern de Múnich y el de Timo Werner en la selección alemana.
De carácter discreto y reservado, este atacante de gran talento es una figura atípica en el fútbol, con una forma de vida que ha llamado la atención.
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Gnabry es el primer internacional alemán en haberse declarado vegano. Desde hace unos meses ha renunciado a toda comida de origen animal.
¿Qué le impulsó a dar ese paso?
“Consejos, conversaciones con amigos, lecturas”, explica.
Siempre sonriente, huye de la presión.
“Simplemente quiero probar y no sé todavía si lo seguiré siendo con el tiempo. Pero por el momento me gusta, me siento bien así”, explica sobre su dieta.
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Gnabry celebra sus goles haciendo un gesto de dar vueltas con una pequeña cuchara en una taza.
Después de llamar la atención por ello, reveló su fuente de inspiración: “Soy un gran fan de la NBA y especialmente de James Harden”.
El jugador de los Houston Rockets celebra sus canastas decisivas con el gesto “stir the pot”, para dejar claro que está tan encendido en la pista como la bebida de esa taza imaginaria.
La prensa alemana ha publicado desde hace tiempo que el padre de Serge era un exinternacional marfileño: “¡Falso!”, afirmó el jugador en 2016. Su padre, Jean-Hermann, sí es marfileño, pero nunca jugó al fútbol en categoría profesional. Su madre es de la región de Stuttgart, donde creció Serge.
“A los cuatro años jugaba al fútbol con todo lo que encontraba en el apartamento. Obligaba a mis abuelos a jugar al fútbol conmigo, no me interesaba nada más. Mis padres me inscribieron al club local TSV Wissach diciéndome que tenía que canalizar mi energía, a los 14-15 años comencé a pensar en hacerme profesional, cuando llegaron las primeras ofertas de grandes clubes”, cuenta.
Desde Stuttgart, Gnabry se fue con 16 años al Arsenal, pero para ganar tiempo de juego terminó regresando a Alemania, en 2016, al Werder Bremen. Cedido al Hoffenheim en la 2017-2018, debutó en el Bayern de Múnich al principio de la actual temporada.
Fue subcampeón olímpico en Río de Janeiro 2016 (6 goles, máximo anotador del torneo) y campeón de Europa Sub-21 en 2017.
En la selección absoluta, su sociedad exitosa con Leroy Sané y sus cinco tantos en seis partidos parecen depararle un gran futuro.
En el fútbol de clubes no ha ganado nada todavía, salvo la confianza de su entrenador Niko Kovic.