Con el pitazo final del árbitro inglés Michael Oliver, Keylor Navas corrió a abrazarse con Marcelo, respiró hondo y festejó el pase de su equipo a las semifinales de la Champions League, conseguida en el último minuto con un polémico penal.
Esta vez, a diferencia de muchos otros juegos, el Madrid avanzó a pesar de los errores de Keylor y con ayuda, según los italianos, del árbitro Oliver.
El tico tenía muchos motivos para festejar. Ya había cruzado los dedos para que Cristiano Ronaldo anotara el tiro de penal en el último suspiro de la mejenga, cuando su equipo perdía 3-0 en el Santiago Bernabéu y la cosa se encaminaba a los tiempos extras en buena parte por un error clarísimo del arquero nacional en el tercer tanto de los italianos.
Al final la victoria 3-1 de los italianos se quedó corta y los merengues pasaron con marcador global de 4-3.
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Pero lo cierto es que Navas no tendría muchas razones para festejar, al menos a mediano plazo y la salvada de Cristiano podría ser insuficiente para que "el hombre de fe" siga en el Real Madrid.
Este partido no fue precisamente el mejor para Keylor y él lo sabe. En un centro que venía de lejos, el generaleño perdió su habitual seguridad y no pudo agarrar la pecosa, se le soltó y se le puso en bandeja de plata al francés Blauise Matuidi a los 60 minutos. Así hizo vivir a los suyos 30 minutos de pesadilla.
Ya pintaba feo
Los bianconeri se habían adelantado desde el primer minuto de juego con un pepino de cabeza de Mario Mandzukic, cerrando un centro al segundo palo, jugada calcada a la del minuto 37 en la que de nuevo el croata cerró y puso el 2-0.
Quedó la impresión de que en el segundo remate, Keylor también pudo hacer más, quedó un poco atrasado y la bola pasó por donde estaba ubicado; ahí empezaron las dudas por el desempeño del tico.
Tristemente para Keylor, las dudas son algo con lo que ha debido lidiar desde que es arquero del Real Madrid. Si cuando lo hace bien lo critican, cuando falla, como este miércoles, lo descuartizan.
Bien lo dijo el periodista Roger Xuriach este mismo miércoles en un artículo en la revista Panenka titulado "Perra vida" (sin duda haciendo un juego de palabras con el "pura vida"), Navas siempre ha tenido que luchar para demostrar que es "merecedor" de jugar en el que muchos llaman el mejor club del mundo.
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"A Keylor Navas le buscan sustituto por encima de toda lógica deportiva. ¿Por qué, tres años después de su llegada, sigue siendo un extraño en la portería del Madrid?", se pregunta el periodista español.
Seguridad quedó guardad
La usual seguridad del generaleño se quedó este miércoles en los vestuarios. El día resultó propicio para todos los que buscan cómo sacarlo.
"El arsenal del enemigo es amplio y variado, y con Courtois y Allisson en el horizonte, Navas es muy consciente de que tendrá que seguir despejando de puños aquellos disparos que buscan perforar toda credibilidad", agrega Xuriach.
Por otra parte, la caja de resonancia que suelen ser las redes sociales también le mandó su chinita que Cristiano (o Michael Oliver para otros) le salvó la tanda a Navas de una eliminación en la que el costarricense habría sido señalado como uno de los principales responsables.
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Un fallo de Keylor Navas regaló el gol de Matuidi para igualar la eliminatoria https://t.co/jTPTxdsY3i #ChampionsLeague pic.twitter.com/n6EjknYL7p
— MARCA (@marca) April 11, 2018
No es justo echarle toda la culpa al tico porque el Real no funcionó en muchos aspectos y la Juventus se llevó una merecidísima victoria de Madrid más allá de las fallas de Keylor. Hasta el momento del supuesto fallo de Oliver estábamos viendo un partidazo que rozaba la hombrada inédita en la historia de este torneo.
Ahora bien, con una estela de duda que parece nunca le ha abandonado del todo, Navas deberá ser figura merengue en la recta final del torneo para que al menos si sale del equipo al final del torneo, como podría darse, no sea por su rendimiento.