Unos 1.800 agentes vigilarán este miércoles el juego ida de los octavos de final de la Champions entre el Real Madrid de Keylor Navas y el París Saint-Germain.
Tal despliegue policial se debe a que es un partido considerado “de alto riesgo” por las autoridades españolas, que estarán muy atentas a los ultras del equipo francés.
Las autoridades madrileñas aguardan la llegada en avión de unos 4.000 aficionados del PSG, entre la noche de este martes y la mañana del miércoles, para asistir al encuentro previsto a las 1:45 p.m. (hora costarricense) en el estadio Santiago Bernabéu.
Entre ellos, la policía espera alrededor de 500 ultras franceses, a los que vigilarán con especial atención. Estos ya protagonizaron una pelea con aficionados del Bayern de Múnich en Alemania el pasado mes de diciembre.
LEA MÁS: Jonathan McDonald: "Quien crea que divido grupos es porque no me conoce"
Agentes a caballo tendrán especial cuidado de los ultras, que antes de su acceso al estadio irán “embolsados”, es decir, rodeados de policías.
“La policía montará el dispositivo necesario para que los ultras que vengan, que esperamos que no sean muchos, puedan estar controlados. Lo que pretendemos es que estén resguardados y no ocasionen problemas”, dijo a la prensa la delegada del gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.
Se juegan todo
El partido en el Bernabéu tendrá una constelación de estrellas, ya que allí estarán Cristiano Ronaldo, Neymar, Sergio Ramos, Kylian Mbappé y Edinson Cavani, entre otros.
A esto se une lo que se juegan ambos conjuntos.
El PSG quiere olvidar su dramática eliminación del pasado año en el torneo continental ante el Barcelona y el Real Madrid, en vacas flacas en las competiciones nacionales, se aferra a la Champions como último recurso para salvar la temporada.
El técnico Unai Emery sigue siendo cuestionado en Francia y ahora que se acerca el final de su contrato con el París, la eliminatoria contra el cuadro merengue le ofrece la oportunidad de reivindicarse.
A sus 46 años, el técnico vasco se ha enfrentado en 20 ocasiones al cuadro blanco, con el modesto Almería y después con Valencia y Sevilla. El balance no es muy positivo: 14 derrotas, cinco victorias y un empate.
Y peor aún es el balance en sus visitas al Santiago Bernabéu: en 10 partidos tiene nueve derrotas y un empate.
Su colega, Zinedine Zidane, eliminado de la Copa del Rey y prácticamente descartado en Liga, se la juega de todas todas, la última carta blanca para salvar la temporada.
“Eso está clarísimo (que puede peligrar su posición), soy el responsable de esto, tengo que encontrar las soluciones”, decía Zidane el pasado 24 de enero, tras caer eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey ante el Leganés, diciendo adiós esta temporada al único título que le falta como entrenador blanco.