Se apagó la estrella de una de los máximos exponentes del fútbol mundial.
Edson Arantes do Nascimento, conocido como Pelé, falleció este 29 de diciembre a los 82 años, luego de que el miércoles anterior fuera hospitalizado de emergencia, por tener hinchazón en todo su cuerpo y además de insuficiencia cardíaca descompensada.
Para muchos, el exdelantero del Santos de Brasil es el mejor futbolista de todos los tiempos. Luego de que fuera rechazados por los principales clubes de fútbol locales, en en 1956 fichó por el Santos de São Paulo y a partir de ese momento, comenzó a forjar una extraordinaria carrera.
Pelé ganó con su club diez Campeonatos Paulistas (siendo el máximo realizador en once), cinco Torneos Río-São Paulo, dos veces la Copa Libertadores y otras dos la Copa Intercontinental en los mismos años (1962 y 1963), y, en 1962, el primer Campeonato Mundial de clubes.
Esta es una reseña de la carrera del exdelantero, contada por el sitio Biografías y vidas:
“Pelé debutó en la selección brasileña con sólo 17 años y, ya entonces, su contribución a la magia del juego carioca fue clave para la obtención del título mundial en Suecia 1958. La incorporación de los jóvenes Pelé y Garrincha puso en marcha un juego artístico, fluido y dominador (el llamado jogo bonito) que muy poco tenía que ver con el fútbol de fuerza y pelotazo de los conjuntos anglosajones o con la improvisación de los mediterráneos.
“Se iniciaba así en los campeonatos mundiales una etapa brillante, marcada por la figura legendaria de Pelé, que asombró al mundo con su juego, su clase, su intuición, su control de la pelota y del disparo. En el Mundial de Suecia de 1958, un gol suyo frente a País de Gales hizo que los brasileños se plantasen en las semifinales contra Francia, a la que batieron por un aplastante 5-2, con tres goles de Pelé. En la final, la máquina brasileña arrolló a los anfitriones hasta dejar el marcador final en 5-2, nuevamente con tres tantos de Pelé.
“Pelé había llegado al Mundial de Suecia como suplente, como un garoto (chaval) que prometía mucho, y regresó con la aureola que rodea a las leyendas. No tardaría en ser llamado O Rei (El Rey), apodo que Pelé recibió en 1961 de la prensa francesa. En los años venideros, Pelé confirmaría su propio mito, ganándose la consideración de mejor jugador de todos los tiempos al liderar los triunfos mundialistas de su país en los campeonatos de Chile (1962) y México (1970); los tres títulos mundiales valieron al combinado brasileño la adjudicación en propiedad del primer trofeo instituido, la llamada copa Jules Rimet.
Tras obtener todos los títulos posibles y haber contabilizado más de mil goles marcados en partidos oficiales (1.284 goles en 1.363 partidos, según las estadísticas), anunció su retirada del deporte activo en 1974. Sin embargo, Pelé (cuyo seudónimo carece aparentemente de significación alguna) fichó en 1975 por el Cosmos de Nueva York, equipo constituido por un conjunto de grandes figuras del fútbol a fin de promocionar este deporte en Estados Unidos y se retiró dos años después.