Parece que últimamente Saprissa solo se motiva cuando juega ante Alajuelense o en fases finales del torneo. En esos escenarios sí saca su mejor versión y entrega hasta la última gota de sudor, pero en el resto de partidos la cosa es distinta.
Este domingo, por ejemplo, tenía a la vista el liderato, solamente debía derrotar a San Carlos, que llegaba con nueve partidos sin ganar, para encaramarse a la cima. Pero ni así se motivó el Monstruo.
Más bien los morados terminaron perdiendo 1-0 con un pepino del panameño Jorman Aguilar a diez minutos del final.
Saprissa en este momento es un campeón insípido, sin alma, sin ganas, sin nada. Parece que ni siquiera sentían vergüenza por la goleada 4-0 que les metió Sporting la jornada pasada, lo lógico era que se lavaran la cara este domingo, pero ni cerca estuvieron de eso.
El Monstruo no generó una sola jugada que merezca la pena resaltar, más allá de un par de llegadas que siempre se presentan en un partido. Los Toros del Norte se valieron de esa desidia y, con un poquito de coraje y orden defensivo, les alcanzó para dejarse los tres puntos. ¿Qué pasa Monstruo?
Tampoco es que San Carlos fue un equipo arrollador, solamente fue el menos malo, pero ojo, sí quiso ganar, sí tuvo actitud.
El inicio del juego fue movido, pero no pasó de ser una ilusión. Fueron doce minutos en los cuales los equipos se mostraron dinámicos y rápidos, pero luego se empezaron a enredar en sus propios mecates y las defensas impusieron sus condiciones sobre los delanteros.
Entre lo que podemos destacar, al minuto 1 los Toros quisieron embestir con un remate potente de Rachid Chirino que se fue por encima.
La respuesta morada llegó dos minutos después. El Monstruo se encontró un balón en las cercanías del área, por una mala salida de Chirino, y eso fue aprovechado por David Ramírez que metió un cañonazo que se fue arriba.
Al minuto doce, Mariano Torres, en un cobro de tiro libre, ubicó a Ramírez, quien la dejó picar y ensayó otro remate que se fue, una vez más, por arriba.
Al argentino, ya lo hemos dicho en otras ocasiones, le cuesta motivarse contra este tipo de equipos, su talento anoche apenas apareció a cuentagotas. A David Guzmán fue otro al que le costó el partido.
Si se le suma un pésimo día de Jimmy Marín, con su peor partido del torneo, y la lucha tonta en la que entró Jossimar Pemberton con Jeffrey Valverde, que finalmente lo hizo ver la tarjeta roja, entendemos el porqué Saprissa no carburó.
La expulsión del volante se dio precisamente por una falta sobre Valverde, a quien no tocó pero sí le entró feo y eso le valió la segunda tarjeta amarilla y un boleto temprano a las duchas.
Los morados se fueron al descanso con un panorama gris y nublado, como estaba la tarde en Cuidad Quesada.
Más gris y un gol
Saprissa inició más pellizcado el complemento y en un tiro libre Torres casi sorprende. La bola primero dio en la barrera, pero le volvió a caer al che que soltó un cañonazo que pegó en un defensa, se fue hacia arriba y pegó en el horizontal ante el salto del portero Jason Vega.
Pero los norteños se crecieron gracias al empuje y habilidad de Jeffrey Valverde, sin duda el mejor jugador del equipo desde hace rato, y la colaboración un poco más visible de Wílmer Azofeifa.
San Carlos, como en el primer tiempo, volvió a cerrar mejor que los morados y con Chirino y Marco Mena, quien ingresó de cambio, intentaron generar algo diferente y la recompensa llegó a diez minutos del final.
La pelota se la abrieron a Mena, quien desbordó, sacó un centro alto y pasado a donde estaba Jorman Aguilar, quien metió un jupazo picado hacia abajo que venció a Aarón Cruz.
Lo justo era el empate a cero, pero el fútbol se decantó por el equipo que al menos lo intentó con más ganas durante los noventa minutos.
El consuelo de Saprissa es el formato del torneo. Si vuelve a entrar, aunque sea jugando así, será candidato eterno.