En el corazón de Jorge Ríos solo había espacio para Saprissa, pero desde el 2015 le abrió un campito a otro equipo y por eso hoy se define como morado y jicaraleño.
Es por eso que Ríos vivirá como ninguno la mejenga de este martes entre ambos clubes, la cual será a las 8 de la noche, en la Cueva.
Una victoria de Jicaral permitiría a los peninsulares empatar en puntos a los morados, pero si los saprissistas ganan, consolidarán su liderato.
“Lo que estamos esperando es que el equipo llegue a la siguiente ronda, el equipo se ve bien, pero siempre termina perdiendo la clasificación en los últimos partidos de la primera fase”. Jorge Ríos, aficionado.
Este vecino de El Encanto, en Calle Blancos, contó que es morado desde la cuna, pero gracias a unos paseos que hacía a El Carmen de Puntarenas se fue enterando de la existencia del club peninsular y del proyecto que lidera, Roy Barrantes, presidente del club.
“No dejaré de ser saprissista, pero en San José no hay aficionados que apoyen a Jicaral y me gusta el proyecto que tienen desde que se creó. Siento que este es un proyecto que va de la mano con lo que necesita el fútbol nacional y por eso me atrajo y hoy me considero un jicaraleño más”, manifestó.
Apasionado
Jorge es comunicador y tiene 26 años. Es un futbolero apasionado, que vive con intensidad cada partido, dentro y fuera del estadio.
Además, se interesa por los equipos de Liga de Ascenso, de Linafa y también le sigue el pulso al fútbol internacional.
“Me recuerdo jugando bola desde que tengo cuatro años. Me gusta ir al estadio a sol norte, he tenido pases anuales para ir al estadio a cada partido y me reúno con los compas para ver los partidos como debe ser. De pie y con la camisa puesta, no importa si hace frío, si llueve, pero siempre apoyando”, afirmó.
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La familia de Ríos tiene una casa cerca del faro del Puerto y por eso él y su hermana Nazareth, cada vez que podían, se iban unos 15 días a pasear por allá.
Voluntario. Su fidelidad hacia el Huracán de la península le permitió ir a ayudar al equipo el 3 de junio del año pasado, en el juego entre Saprissa y Jicaral, que empató 2-2. Ese día estuvo en los camerinos.
“Uno se va enterando cómo es la vida ahí, de los festejos populares y del fútbol. Los juegos entre Jicaral y Puntarenas eran de los más fuertes, porque cuando ambos disputaban el ascenso, cada vez que jugaban se agarraban.
“Poco a poco comencé a investigar sobre el proyecto y ahí era cuando la dirigencia quería tener un espacio propio, la casa club para los jugadores y eso me parecía muy interesante, porque se están dedicando a hacer las cosas que se necesitan en el medio futbolístico”.
Y así fue como Jicaral se fue metiendo poco a poco en la vida de este aficionado.
“Fui a algunos partidos cuando estaban en segunda y estuve en la final que ganaron contra Guanacasteca, el dos de junio del 2019. Yo estuve ahí llorado con gente que ni siquiera conocía”, confiesa.
Antes de la llegada de la pandemia, Jorge y su hermana salían de su casa a las 6 a. m., para ir a la península y tirarse los partidos en el estadio de la Asociación Cívica Jicaraleña.
“Nos vamos en el ferry de Naranjo y hacemos un recorrido de unos 135 kilómetros y ahora que no podemos ir al estadio, veo los partidos en el bar Americanos, que queda en el centro de Guadalupe y allí todo el mundo me conoce como Jicaral”, comentó.
Un representante
Jorge no dejará de ser morado y así se lo hace saber a sus conocidos, pero siente que los equipos como Jicaral necesitan más apoyo fuera de sus localidades.
“Soy saprissista desde la cuna, pero Jicaral no tiene aficionados en San José, me he topado con unos cuatro o cinco y por eso me identifico tanto con el equipo, quiero ser como el representante del club en esta zona.
“Hay gente que no sabe dónde se ubica Jicaral, cómo se llega y cuando ascendieron dije, ‘no pagaré la silla anual en la Cueva para apoyarlos’, porque se ha visto que algunos equipos ascienden, pero duran poco en primera y quiero disfrutarlo mientras siga en primera”.
Guarda las camisas
Como buen saprissista, Ríos tiene varias chemas del Monstruo y ya comenzó a armar su colección de prendas jicaraleñas.
Cuando ambos equipos se enfrentan, no se pone ninguna de las camisas, porque se le parte el corazón. Para este martes pronostica un 1-1.
“Me estreso más por la pérdida de Jicaral, porque Saprissa siempre clasifica. En cambio Jicaral, al igual que el torneo pasado, está dependiendo de un jugador en ofensiva, que es Chevone Marsh y se encuentra en una posición más complicada.
“Lo que estamos esperando es que el equipo llegue a la siguiente ronda, el equipo se ve bien, pero siempre termina perdiendo la clasificación en los últimos partidos de la primera fase”, dice.
Cuando le consultamos que en caso de que ambos llegaran a una final nacional, cuál le gustaría que ganara el título, se salió por la tangente ya que nos respondió que no tendría un favorito para eso.