Saprissa lo volvió a hacer. En uno de sus peores partidos del campeonato logró derrotar, en la acostumbrada Saprihora, al Santos de Guápiles 2 a 1 en el estadio Ebal Rodríguez.
El VAR fue protagonista del encuentro, con dos intervenciones puntuales que ayudaron a señalar penales no sancionados en primera instancia por el árbitro Hugo Cruz, uno para cada equipo.
Además, el inicio de cada tiempo se retrasó debido a problemas en la conexión entre los árbitros y la sala VOR en el Proyecto Gol, en San Rafael de Alajuela. Incluso, se jugaron dos minutos del complemento sin videoasistencia.
Los goles morados fueron de Kendall Waston, de penal, y Jefferson Brenes, mientras que Juan Diego “Chino” Madrigal anotó desde los once pasos para el Santos.
Saprissa requería, con urgencia, volver al triunfo para empezar a disipar lo que algunos han llamado crisis, debido a varios malos partidos y un rendimiento pobre.
Santos, por su parte, mostró orden defensivo, pero no le está alcanzando para obtener buenos resultados. A casi la mitad del torneo, ocupa el último lugar de la tabla.
El partido en sí fue aburrido y carente de emoción. El primer tiempo, sobre todo, fue un concierto de bostezos, salvado únicamente por una intervención del VAR al minuto 47. Antes de eso, no hay nada que comentar.
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En esa jugada, Juan Villalobos, quien acababa de ingresar, intentó tapar un remate con su cuerpo, pero la bola le pegó en la mano. Increíblemente, Cruz no pitó penal. Y decimos increíblemente porque el árbitro estaba al puro frente de la jugada.
El juego se iba a reanudar con un saque de esquina, pero el VAR llamó a Cruz para que revisara la jugada y determinó que sí había penal. Kendall Waston tomó el balón y abrió el marcador con un remate flojito que, para su fortuna, se le escurrió a Alexandre Lezcano por debajo del cuerpo.
Antes de finalizar la primera parte, Santos tuvo su oportunidad de iguala. Randy Chirino se jaló un jugadón con el que se bailó a medio Saprissa, entrando al área asistió a Villalobos, pero el delantero perdió el mano a mano con el portero Esteban Alvarado.
Un poquito
El complemento fue ligeramente mejor, pero solo porque era difícil que fuera peor que la primera mitad. Además, el VAR volvió a intervenir en las primeras jugadas, lo que ayudó a, por lo menos, ponerle un toque de emoción al asunto.
Una falta de Pablo Arboine sobre Lorenzo Orellana en el área pasó desapercibida para el árbitro, pero nuevamente el VAR lo llamó. Tras revisar la jugada, Cruz señaló el manchón blanco y Juan Diego Madrigal ejecutó el penal para empatar el partido al minuto 53.
De alguna manera, los goles, gracias al VAR, lograron mover el partido, y ambos equipos comenzaron a buscar con más claridad el marco contrario. Eso no significa que el juego se llenó de virtudes; simplemente, hubo más dinámica, se jugó más por las bandas y el encuentro se tornó ligeramente más entretenido.
Pero todo, como suele ocurrir con Saprissa, se resolvió en los minutos finales, en la conocida Saprihora.
Un tiro libre ejecutado por David Guzmán fue peinado hacia atrás por Arboine, y de forma inexplicable, Jefferson Brenes apareció solo en el segundo palo, sin marca alguna.
El volante, uno de los jugadores morados en este torneo, solo tuvo que meter el pie y mandar el balón al fondo de las redes ante la impotente mirada de Lezcano.
Lo demás fue puro trámite. Saprissa se acomodó para cerrar el juego, llevarse tres puntos a Tibás, ubicarse en el tercer lugar y esperar las 6 p. m. para cantar el Himno Nacional, como todos los costarricenses.