Saprissa sigue anexado al triunfo, a esas ganas de no perdonar a nade ni a nadie y que, más allá de las formas, en cualquier campo que se presente, siempre cumple el objetivo.
El triunfo 1-0 ante Guanacasteca tal vez fue un poco corto, sin mostrar un juego arrollador o espectacular, pero es que en el estadio Chorotega, ¿qué visitante lo hace? Métase a jugar a esa cancha a las 3 p.m., con ese clima, y luego nos cuenta.
La visita del Monstruo a Nicoya llegó en la semana más especial del año en esa tierra, en la que se vive una fiesta por la celebración de la Anexión del Partido de Nicoya, en la que se resalta el orgullo de ser ticos y de ser guanacastecos.
Lo cierto es que más allá de cualquier cosa, la S sigue siendo un equipo sólido, el cual aún con rotaciones de por medio y sin varias de sus principales figuras, sigue ganando, el resto es paja.
Mariano Torres y Kendall Waston son los jugadores de más peso hoy por hoy para los tibaseños, ninguno estuvo y aún así contó con variantes para poder sacar la tarea.
Eso sí, si hablamos de bajas, la ADG aún nos tiene antojados, porque su bombazo y fichaje estrella, el mexicano Erick “Cubo” Torres, sigue sin poder debutar en el torneo por atrasos en sus documentos para el permiso de trabajo.
Es una pena para los pamperos ya que en la pretemporada se mostró que el muchacho venía con ritmo, marcó dos goles, puso tres asistencias y en lo físico estaba en todas, pero ahora tiene este frenazo que además friega los planes de Horacio Esquivel.
Igual se la tienen que jugar con lo que tiene, José Pablo Córdoba estuvo muy aislado entre la zaga morada para poder meter peligro a la visita, que en el primer tiempo tuvo pocas urgencias.
Saprissa mandó en el primer tiempo y en una de las primeras que tuvo, en la que hizo todo bien, marcó la diferencia, que finalmente resolvió el juego.
Al minuto 18, David Guzmán tomó la bola en tres cuartos de cancha, se quitó dos marcas y la filtró al área, a donde desde el sector izquierdo entró el cubano Luis Paradela para definir como lo dice el manual. Le cayó a la zurda, se perfiló muy bien y la cruzó de palo para abombar las redes.
Parecía que las cosas se le ponían muy favorables al Monstruo, tenía la ventaja, la bola y ponía las condiciones, pero el sol y la presión pampera fue balanceando las cosas hasta empezar a meter miedo en el segundo tiempo cuando pasó a tener las mejores opciones.
Otra cosa
Es que el complemento las cosas fueron diferentes, desde que Yemark Hernández, al 57′, pegó un bombazo al horizontal desde casi media cancha, le metió emoción al asunto, encendió el Chorotega.
Esquivel también movió el banquillo, el cambio de Dariel Castrillo por Shawn Johnson dio otra cosa. Desde el torneo pasado, Dariel demostró que es un muchacho desequilibrante que pueda sumar mucho, habría que ver el porqué no se le da el chance de ser titular.
Los cambios en ofensiva de Vladi, por su parte, no sumaron tanto, Javon East y Julen Cordero no inquietaron a Anthony Monreal, porque repetimos, el partido era otro.
La mejenga se jugaba más en el último cuarto de cancha morado, fue el equipo que acabó sufriendo y con Kevin Chamorro, otra vez, soportando el chaparrón.
Al 81′, cuando Yeison Molina pegó un bombazo fuera del área que por unos milímetros no pegó en el vertical, ya tenía a más de un morado bajando santos o tomándose un vinito de coyol para bajar el susto.
Un agarrón entre Gerard Taylor y Córdoba no convenció a Ricardo Montero para pitar penal, a pesar del griterío en el estadio y el rancho ardiendo seguía, pero suave, que faltaba un susto más, el más grande, en el que Chamorro salvó los tres puntos.
A Joaquín Hernández le quedó un cabezazo inmejorable, Fidel Escobar se resbaló, entonces al guanacasteco le quedó solo el tiro, el jupazo fue picado, pero Kevin se acostó para rechazar la pecosa ya en el tiempo de reposición, de esas tapadas que valen igual que un gol.
Si en Guanacaste dicen que son “de la patria por nuestra voluntad”, en Saprissa podrían decir que son del triunfo por su voluntad, una que parece no desfallecer.